Por primera vez, fuerzas rusas participaron, a mediados del mes de agosto, en un ejercicio militar regular chino. La noticia inquietó a los analistas occidentales, temerosos de que Moscú y Pekín estén desarrollando capacidades operacionales conjuntas.
Las maniobras tuvieron lugar en una remota región de China occidental, Ningxia, e implicaron a más de 10.000 soldados. El ejercicio se centró en los ámbitos de la alerta y el reconocimiento de terreno, en la guerra electrónica y en maniobras ofensivas, según publicaron los ministerios de defensa de los dos países.
Es la primera vez que Pekín deja participar a los rusos en un ejercicio puramente chino
Es la primera vez que Pekín deja participar a los rusos en un ejercicio puramente chino. Ver tropas de ambos países haciendo maniobras conjuntas no es un hecho inaudito, pero sí lo es que los dos ejércitos se entrenen juntos con ejercicios que quieren comprobar el grado de coordinación bilateral.
Según analistas consultados por el Financial Times, hasta ahora las maniobras conjuntas entre Rusia y China tenían objetivos más diplomáticos y políticos que militares . De hecho, no hay ninguna alianza formal establecida entre ellos.
La decisión de Rusia de participar en las maniobras chinas demuestra que está dispuesta a ir un paso más allá en su relación militar con China.
De hecho, se piensa que los dos países podrían establecer puentes entre sus respectivos sistemas de comunicaciones. Aún más, también se considera la posibilidad de que construyan estructuras de mando conjuntas. Algo que existe por ejemplo entre los países de la OTAN.
De confirmarse, China y Rusia se convertirían de facto en aliados militares. En efecto, el hecho de compartir comunicaciones e instancias de mando les da la posibilidad de desplegarse, y de combatir, juntos.
Hasta ahora las maniobras conjuntas entre Rusia y China tenían objetivos más diplomáticos y políticos que militares
La primera vez que Rusia y China llevaron a cabo maniobras conjuntas fue en 2005, pero se trató de una operación de paz multilateral dentro del contexto de la Organización de Cooperación de Shanghai. Desde el 2012 los dos países realizan maniobras navales bilaterales, y desde 2018 el Ejército de Liberación Popular (nombre oficial del ejército de tierra chino) participa en los grandes ejercicios anuales rusos.
Sin embargo, China se perderá la edición de este año de las maniobras estratégicas de Rusia. En efecto, ésta tendrá lugar en el oeste del país, y Pekín no parece querer llamar demasiado la atención de los socios de la OTAN acercando sus tropas en las fronteras orientales de Europa.
El interés de China y Rusia en profundizar sus relaciones militares es evidente. Pekín sólo dispone de un solo aliado formal que, por otra parte, es más una carga que una ayuda: se trata de Corea del Norte .
Rusia, al mismo tiempo, ha perdido la mayor parte de sus socios y satélites de la Guerra Fría , y ha visto incluso como antiguos territorios de la URSS, como Ucrania o Georgia, le han dado la espalda para acercarse a Occidente.
Concluyendo una alianza formal, Rusia y China, segunda y tercera potencias militares del mundo , demostrarían que un sistema internacional sin los Estados Unidos haciendo de gendarme global es posible.
La decisión de Rusia de participar en maniobras chinas demuestra que está dispuesta a ir un paso más allá en su relación militar con China. Share on X