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Catequesis de la misa (y 3)

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Se acerca rápido el tiempo veraniego. Cada año en estas fechas dejo de publicar hasta el curso siguiente, que en mi caso empieza a finales de agosto o principios de septiembre. Ahora es el momento conveniente y hasta necesario de desconectar. Podría estar horas con este tema de la misa. Me saldría la inspiración redactora. Pero la verdadera inspiración es la personal intransferible de cada uno que tiene lugar, sin que nadie te diga, delante de Él. Preferentemente con la asistencia a misa y participando en ella sin distracciones.

Postrados ante Él antes o después de la misa, sea de rodillas, sea sentados, sea de pie, a la vista de nadie y en silencio es el modo de conectar. ¿En el primer banco del templo? ¿En el último? ¿Mucho rato? ¿Poco rato? ¿En un templo concurrido o en un templo desierto? ¿En zona iluminada o a oscuras? No hay un esquema definido preconcebido. Debe optarse por aquel estatus que más me acerca a mí a Él, sin entrar en comparaciones con mis prójimos y mis prójimas. Si uno no busca la exhibición, si se desconcentra, esto antecedente es lo que percibe el prójimo circundante de uno mismo. La concentración de mis prójimos y prójimas me ayuda a aplicarme más en mi oración.

Su Santidad el Papa San Juan Pablo II introdujo los misterios de luz en el rezo del Santo Rosario. ¿Cuál es el quinto misterio de luz? ¿Y cuál es la última encíclica de este Papa rápidamente canonizado? Les plasmo su link oficial. Vale la pena meditar mucho esta encíclica final de su ministerio papal. Sin la Eucaristía no hay Iglesia. El misterio eucarístico la define y la proyecta. Ha habido, hay y habrá persecuciones. Con prohibiciones, vetos y limitaciones a la expresión cristiana. ¡Ecclesia de Eucharistia!

Debemos agradecer mucho la situación política actual de templos abiertos y libertad democrática pandémica de culto. Siempre es preferible y deseable esto a las situaciones de persecución, guerras y catástrofes. En estos casos hay que recurrir a las expresiones de catacumba cuando es factible. En la conclusión de esta encíclica (punto 59) expresa un texto que yo he cantado en canto coral. Adjunto un Youtube del Ave Verum de Mozart. ¡Coro nutrido delante del altar sin partituras ningún cantor, con el pueblo de Dios en su lugar escuchando de pie!

¡Felices vacaciones de verano 2021!

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