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Comentario al EGM: ¿El fracaso de la COPE?

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Hace unos días conocíamos los datos de la primera oleada 2023 del Estudio General de Medios (correspondiente al primer trimestre).

Teniendo en cuenta que esta oleada de mitad de curso suele ser aquélla en la que las cadenas de radio obtienen cifras más altas de audiencia. Teniendo en cuenta que la COPE había alcanzado su máximo histórico de oyentes, superando los 3.700.000 en la última oleada de 2022 (publicada en diciembre) existía la expectativa de que la COPE no solo marcase un nuevo margen histórico, sino que por fin diese el asalto al liderazgo frente a la cadena SER, que en el anterior EGM se había quedado a una distancia realmente corta. De hecho, ya en las últimas oleadas, la COPE había conseguido ser la cadena que más oyentes concentra de lunes a viernes en el llamado “prime time”: entre las seis y las once de la mañana, y por la noche, entre las once y media y la una, que es cuando se emiten los programas deportivos.

Sin embargo, los datos no han sido tan halagüeños. Bien es cierto que la COPE conserva el liderazgo en algunas horas del día, con lo cual, sin duda alguna, es un hito comparado con la situación de los últimos 20 años. Pero con todo y con eso, los datos son una franca decepción. A pesar del liderazgo de esas horas, como digo, la COPE no consigue alcanzar a la cadena SER. Y no sólo no la alcanza, sino que además se aleja de ella.

¿Dónde está la clave?, podríamos preguntarnos.

La clave está en que la COPE concentra la práctica totalidad de su presupuesto en dos bloques de programas: por un lado el de Herrera, y por otro los deportes. El resto de la programación de la cadena es francamente floja. Es más, de un tiempo a esta parte ha decidido renunciar al rigor informativo (razón por la cual se fue el difunto Juan P. Colmenarejo), y dedicarse a hacer una programación  pensada en no se sabe qué público, que según  se dice responde a una serie de indicaciones de una consultora sueca, consistentes en cambiar de contenido cada diez minutos. Y así, apartándose del rigor informativo, se dedica a decir chorradas y a contar historietas cotidianas, y a profundizar digamos más en la información de sociedad, que en la información política y de calado a lo largo de las diferentes horas.

la programación de la COPE es francamente floja, dedicada prácticamente al entretenimiento

Si uno compara el tono, el rigor, la elaboración que tienen los programas que pone en las horas intermedias la SER, Onda Cero, Radio Nacional, Es Radio o las cadenas líderes en Cataluña (RAC1 y Cataluña Radio)…, la programación de la COPE es francamente floja, dedicada prácticamente al entretenimiento, cualquiera diría que dirigida casi a un oyente de la radio musical.

Cuando no se hacen las cosas con fuerza y seriedad, lo normal es que el oyente al que una cadena tal vez aspiraba, que es el oyente de la radio convencional, el oyente que demanda la buena elaboración informativa, huya a otras cadenas.

Para comprender un poco la situación en la que se haya la COPE, vale la pena una comparación con la televisión.

En la televisión hay una cadena que tiene un tono agresivo, sesgado, izquierdista…, pero buena elaboración informativa, que es la SEXTA y que en la radio más o menos equivaldría a la cadena SER. Hay otra cadena que tiene una elaboración informativa ligeramente sesgada, pero con un poco más de pudor, por aquello de que es estatal, que elabora muy bien la información, que es TVE, que equivaldría en la radio a RNE. La equivalencia de Antena 3 a Onda Cero no necesita explicación; y entonces, ¿qué sería la COPE?

la COPE ha degenerado hasta convertirse en el TELECINCO de la radio

Yo me atrevería a decir que la COPE ha degenerado hasta convertirse en el TELECINCO de la radio. Y esto se nota, especialmente, en uno de los programas que ha sido presentado como estrella y victoria de este EGM: la Linterna. Nos han dicho que la Linterna, con Ángel Expósito, ha logrado el liderazgo en su franja horaria. Eso es mentira. Abarca una hora más que su principal competidor que es Hora 25 (de la SER), y por tanto suma más oyentes a lo largo de una hora más, pero en las tres horas y media que compite con Hora 25, Hora 25 sigue ganando. No podemos negar, eso sí, que en esa franja Ángel Expósito ha logrado para la Linterna, una audiencia verdaderamente notable, y máximo histórico. Un éxito, si. Pero lo ha hecho a costa de convertir la Linterna en un “programita” de entretenimiento. En un folletín que, sin duda, se aparta mucho de las cualidades de sus competidores.

Y por eso, y por la pobreza de la audiencia y el contenido de las horas intermedias, es muy difícil que la COPE vaya a ser líder algún día. Hay que tener en cuenta que en aquéllos años 1993 y 1994 en que la COPE consiguió ganar, además de tener un programa competitivo que se codeaba con los líderes del momento en la mañana como tiene ahora, había un programa que era líder indiscutible por las tardes que era “directamente Encarna” y otro que era líder por la noche con muchos más oyentes que ahora: SuperGarcía.

Y precisamente, para ponderar la pobreza de la COPE, valdría la pena destacar tres éxitos del EGM de otras cadenas:

El primero, el de Julia Otero, que siendo Onda Cero tercera, consigue colocarla cada tarde en la segunda posición. Y que después de años y años es un programa consolidado, con sesgo, pero con rigor informativo, y con un toque de pluralidad  (tiene por ejemplo, a Juan Manuel de Prada entre sus tertulianos), que hacen que sea altamente competitivo.

Y después, pese al éxito de la Linterna, hay dos programas con calidad informativa que han empezado a marcar una tendencia importante, incluso cuando sus cadenas no tienen una audiencia excesivamente alta; que han sido:

La Brújula, con Rafael Latorre, que consigue el mejor dato en años, y que en  los meses que lleva ha incrementado su audiencia en más de un 25%.

El que a día de hoy es, sin duda, el mejor programa informativo de la noche, que es el 24 horas de RNE, que realiza Josep Cuní, que ha conseguido también unas cifras de audiencia verdaderamente notables respecto de lo que viene siendo la audiencia de RNE.

En suma, la COPE podía haber dado el asalto al liderato, pero creo que ni lo ha dado ni lo dará nunca, porque le falta calidad, le faltan segundos locutores sustitutos del nivel de la SER, carece de equipos de nivel, y de rigor informativo.

Lo concentra todo en el programa de Herrera y en el programa los deportes. El resto del día está convertido en un folletín, en el TELECINCO de la radio, y mientras no apueste por hacer una oferta informativa comparable a la de la cadena SER (pero evidentemente no desde el sesgo ideológico propio de la cadena de PRISA), no conseguirá doblegarla.

¿utiliza la Iglesia ese potencial de llegada a seis millones y medio de oyentes, para transmitir algún mensaje?

Y, por tanto, a pesar de todo el dinero invertido, y a pesar de que ABSIDE MEDIA consiga buenos resultados, el resultado cualitativo, el resultado desde el punto de vista de los valores, de la propaganda católica que se pretendía que consiguiese la COPE, es pobre. De hecho, cabría plantearse una pregunta importante: ABSIDE MEDIA , sumando a la audiencia de la COPE la de las cadenas musicales del grupo, como CADENA 100, ROCK FM, o MEGASTAR FM, tiene cerca de seis millones y medio de oyentes. ¿Se nota en la sociedad española que la Iglesia tiene un grupo de radio con seis millones de oyentes?; ¿utiliza la Iglesia ese potencial de llegada a seis millones y medio de oyentes, para transmitir algún mensaje?; ¿tiene sentido que haya tres millones de personas que conectan cada día con emisoras musicales que son de la Iglesia y no reciban ningún mensaje relacionado con la misma? Es algo a plantearse muy seriamente.

En suma, desde un punto de vista técnico y de audiencias, se puede decir que en el último EGM la COPE ha fracasado porque su subida ha cesado, y no ha alcanzado a su máximo competidor ni hay visos de que lo consiga. Pero el fracaso resulta mucho peor desde el punto de vista del contenido y de los valores: la misión de propaganda que la COPE debería cumplir, y que todos los lectores de este periódico desearíamos, es evidente que desde hace tiempo no la cumple.

Existía la expectativa de que la COPE no solo marcase un nuevo margen histórico, sino que por fin diese el asalto al liderazgo frente a la cadena SER Clic para tuitear

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1 Comentario. Dejar nuevo

  • María del Pilar
    3 mayo, 2023 17:18

    Necesitamos una EWTN, no una COPE
    En EWTN está Dios, igual que en Radio María. La COPE lo que tenemos es una cadena más, como cualquier otra.
    Sin Dios no hay nada que hacer. Una cadena de los obispos, debe servir para evangelizar.

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