María Jesús Montero, ministra de Hacienda en funciones, ha prometido incrementar la recaudación para poder cumplir con el déficit de los Presupuestos pactados con la Unión Europea. En concreto, Montero ha afirmado que la subida de los impuestos estará centrada en las grandes corporaciones y grandes fortunas, además de revisar las exenciones y bonificaciones en el Impuesto de Sociedades.
Montero argumentó que solo en torno al 0,3% de los ingresos del Estado proceden de la gran riqueza, un porcentaje «muy inferior» al de otros países europeos e insistió en que, «con independencia de la figura tributaria» que se elija, grandes fortunas y empresas deben aumentar sus aportaciones para el sostenimiento de los servicios públicos. La ministra confirmó que la recaudación está comportándose según los términos previstos y subrayó que hay que trabajar en las reformas fiscales que el Gobierno socialista planteó en su proyecto de Presupuestos Generales del Estado, alegando que existe un «decalaje» con la UE en algunos tributos que «hay que corregir para cumplir con los objetivos de déficit».
Por otro lado, ha insistido en que España tiene que «liderar» y «ser vanguardia» en los debates internacionales de temática fiscal y por ello ya ha propuesto medidas con vocación europeísta.En este sentido, ha dicho que Europa tiene que tener una fiscalidad «armonizada» y para abordar asuntos como el cambio climático, analizando de forma «globalizada» qué energías incentivar, qué comportamientos industriales desarrollar y qué conductas conducir de los ciudadanos para mejorar el planeta y la salud.
A este respecto, ha recordado el caso de EEUU, donde los millonarios «estaban reclamando una mayor capacidad de aportación a la fiscalidad del país porque creían que era de justicia social poner un impuesto a las grandes fortunas», en un país «que ha sido siempre peculiar en esta materia y no ha hecho del estado de bienestar una seña de identidad», ha dicho.
Por ello, opina que en España se debe generar mayor confianza en las instituciones y hacer de la justicia fiscal «una bandera», hablando de redistribución de la riqueza ligada a poner «en primer plano» la lucha contra las desigualdades y a permitir una estabilidad política y social.En este sentido, ha defendido la necesidad de llevar a cabo una «pedagogía fiscal» para que los ciudadanos vean «sentido» y «utilidad» a los impuestos e «identifiquen» los servicios públicos que reciben con la contribución que realizan.De esta forma, ha lamentado que «parece que la fiscalidad a la baja es lo que está de moda» y ha defendido que «no hay progreso posible si no hay justicia social», por lo que confía en lograr un consenso para dar con la «fórmula mágica» que indique cuánto es «lo justo» que los ciudadanos aporten para «conseguir los servicios justos».