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«Jesús no fue un yogui»: la respuesta clara de monseñor Munilla a Pablo d’Ors

Iglesia

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Jesús de Nazaret no fue un yogui. Con esta afirmación rotunda, el obispo de Orihuela-Alicante, monseñor José Ignacio Munilla, ha respondido a las  declaraciones que en varias ocasiones ha hecho el sacerdote y escritor Pablo d’Ors.

El 6 de mayo de 2022, d’Ors inauguró el I Congreso Iberoamericano de Profesores de Religión con la conferencia Jesús de Nazaret, maestro de la consciencia. En ella, sostuvo que Jesucristo habría asimilado enseñanzas orientales, planteamiento que ha llevado a muchos a solicitar un discernimiento sobre su validez teológica.

A raíz de este acontecimiento, la idea de que Jesucristo podría considerarse un maestro de yoga ha generado un intenso debate, en especial entre profesores de religión y estudiosos de la teología.

Monseñor Ignacio Munilla ha dado respuesta a través de su canal de YouTube con un análisis detallado que desmonta punto por punto estas afirmaciones.

Errores fundamentales

Munilla identifica dos errores clave en la propuesta de Pablo d’Ors:

  1. La suposición de que Jesús aprendió su sabiduría en la India o el Tíbet
  2. La negación de que su sabiduría provenga directamente del Padre

Para monseñor Munilla, la idea de que Jesús viajó a Oriente y adquirió allí su sabiduría es incompatible con los Evangelios. Para ello aporta tres evidencias claras:

  • Mateo 13, 54-56: Al comenzar a enseñar en su tierra, sus contemporáneos se sorprendieron por su sabiduría. Si hubiera estado largo tiempo fuera, no habría causado tal asombro.
  • Juan 6, 41-42: La gente lo identificaba claramente como el hijo de José y María, lo que contradice la idea de una estancia prolongada en tierras lejanas.
  • Lucas 2, 42-52: Desde niño, Jesús demostraba una sabiduría extraordinaria en el Templo de Jerusalén, sin necesidad de influencias externas.

El obispo también rechaza la afirmación de Pablo d’Ors de que Jesús no habría recibido su sabiduría directamente de Dios. Cita varias afirmaciones del propio Cristo que confirman su relación con el Padre:

  • «El Hijo no puede hacer nada por su cuenta sino lo que viere hacer al Padre» (Jn 5, 19-20).
  • «Mi doctrina no es mía, sino del que me ha enviado» (Jn 7, 16).
  • «El Padre que me envió es quien me ha ordenado lo que he de decir y cómo he de hablar» (Jn 12, 49).

Cristianismo versus Budismo

José Ignacio Munilla destaca que el cristianismo y el budismo tienen concepciones radicalmente diferentes de la interioridad.

Mientras el budismo busca la autoconsciencia y la disolución del yo, el cristianismo propone una relación personal con Dios.

Jesucristo no invita a la autoexploración como fin, sino al encuentro con el Padre: «Quien me ha visto a mí, ha visto al Padre» (Jn 14, 9).

El obispo también critica la confusión actual entre la espiritualidad cristiana y las prácticas orientales.

Santos como Ignacio de Loyola, Juan de la Cruz y Teresa de Jesús promovieron el recogimiento y la vida interior sin recurrir a influencias externas.

Munilla advierte que las teorías de Pablo d’Ors y otros teólogos como Javier Melloni y Andrés Torres Queiruga se alinean con la corriente de la Nueva Era, que busca fusionar el cristianismo con otras tradiciones religiosas.

Esta tendencia diluye la esencia de la fe cristiana y la aleja de su fundamento doctrinal.

Como referencia, menciona el documento Dominus Iesus de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que reafirma la unicidad de Jesucristo como salvador de la humanidad.

José Ignacio Munilla concluye con una advertencia: desfigurar la figura de Jesús por el sincretismo puede llevar a un vaciamiento de la fe cristiana. En tiempos de confusión teológica, llama a redescubrir la riqueza de la tradición y la autenticidad de los Evangelios.

La idea de que Jesucristo podría considerarse un maestro de yoga ha generado un intenso debate, en especial entre profesores de religión y estudiosos de la teología Share on X

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1 Comentario. Dejar nuevo

  • Hay que leer y escuchar bien al P. Pablo, nunca dijo que Jesús era un «yogui», creo que deformaron algunas frases sólo para criticarlo. La propuesta del P. D’Ors, por sus frutos espirituales, se nota que está inspirada por el Espíritu Santo. En cada meditación se reza la invocación al E.S., se repite la jaculatoria «Cristo Jesús» y se finaliza con la oración de abandono al Padre: si eso no es cristocéntrico y trinitario, entonces????

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