La mejora de la calidad de vida, junto con unos índices de natalidad insuficientes para poder mantener la sociedad lejos del envejecimiento demográfico, va a transformar en los próximos años la sociedad occidental. El economista Javier García-Arenas de Caixabank Research advierte que los expertos se cuestionan sobre el papel del trabajador ante una población con pocos jóvenes.
En un artículo reciente, un grupo de economistas analizaban la actitud frente al riesgo de un grupo de ciudadanos alemanes y holandeses a lo largo de su ciclo vital. El resultado, tal como destaca García-Arenas, es la pérdida de valentía que se tiene en edades tardías ante la toma de decisiones.
Esta natural aversión al riesgo puede tener grandes repercusiones en la economía, como la desaceleración del cambio tecnológico. CIertos economistas creen que el reemplazo del trabajador por el robot puede ser una solución para este problema.
La realidad de tener trabajadores de avanzada edad requerirá unas mayores necesidades de acondicionar las casas, los lugares de trabajo y los medios de transporte a las necesidades de estos trabajadores para que puedan vivir y trabajar de forma autónoma.
La disminución de la población en edad laboral reducirá de manera significativa el crecimiento en los países de la OCDE entre 2015 y 2025. En promedio, se estima una reducción de la tasa de crecimiento potencial del 0,64%. Cabe destacar que el impacto no se produciría solo por el menor crecimiento de la fuerza laboral, sino también por la reducción de la productividad laboral asociada al envejecimiento.
En el caso de España, la población envejece a una mayor velocidad durante los últimos años. Las defunciones han aumentado un 6,8% más debido a la vejez demográfica que presenta la sociedad actual. La principal causa de muerte ha sido por tumores, siendo este caso más grande entre los hombres (297 por cada 100.000 habitantes) que las mujeres (184,9).
Las enfermedades respiratorias copan el segundo lugar en total, más común entre mujeres en este caso (286,9) que en hombres (247,6). Dentro de las causas externas el suicidio continúa ocupando el primer lugar, con 3.602 muertos (el doble que el de las muertes por accidentes de tráfico).