Que una organización, además cristiana, preconice la sustitución de la medida del PIB como principal diagnóstico oficial de la evolución del país es algo que, ciertamente no despierta pasiones, pero es de una necesidad e importancia extrema. La Razón es muy evidente. Si la principal y prácticamente la que más se atiende, junto con las cifras del paro, mide mal lo que realmente es el bienestar de los ciudadanos, las conclusiones políticas y sus prácticas nunca serán acertadas. No se trata de algo solo “técnico” sino del fundamento para transformar la sociedad a mejor. En realidad, lo que se califica peyorativamente como economicismo, la primacía de lo económico sobre lo humano, no deja de ser una consecuencia casi obligada de la primacía del PIB.
Ahora, y en el marco de una nueva iniciativa, e-Cristians se ha dirigido al presidente del gobierno de España y al de la Comisión Europea con sendas cartas, en las que solicita aquel cambio que, por otra parte, hace años que se encuentra en el trasfondo de la reflexión económica y social. También ha informado a la Secretaría de Estado de la Santa Sede, subrayando su importancia en orden a facilitar políticas públicas más acordes con la Doctrina Social de la Iglesia.
Si te interesa el tema y si quieres colaborar suscríbete
