El Ayuntamiento de la localidad catalana de Ripoll ha lanzado una campaña LGTBI excesiva en la que hace apología del homosexualismo político y ensalza la forma de vida LGTBI.
La campaña, trufada de tópicas y estrategias comunicativas efectistas como repetir un mismo mensaje, se ha lanzado aprovechando la crisis sanitaria provocada por la pandemia del COVID-19.
Bajo el lema «LGTBIfobia ni en casa ni en la calle» se desarrolla una serie de secuencias que, bajo la tutela del dinero de todos los contribuyentes de Ripoll, se pretende subrayar la discriminación que existiría en la sociedad sobre un grupo determinado como es el homosexual.
La realidad es bien diferente, otros grupos como los niños o ancianos son perfiles de los que se realizan menos campañas, pero que sufren el maltrato y la vejación en mayor medida, pero que por su condición vulnerable, son menos escuchados.
El lobby LGTBI, un lobby subvencionado
Además, el colectivo LGTBI es el colectivo más protegido jurídicamente: las leyes de privilegios homosexuales aprobadas en el último lustro en comunidades autónomas y en el Congreso de los Diputados dotan a este colectivo de privilegios que el resto de ciudadanos no tienen: inversión de la carga de la prueba o ayudas especiales para sus asociaciones, entre otros.
La campaña, publicada en el Twitter del Ayuntamiento de Ripoll se presenta bao la afirmación «condenamos las actitudes de rechazo, prejuicio y hostilidad contra las personas #LGTBI. Apostamos por el reconocimiento de la libertad y la igualdad entre todas las personas en una sociedad democrática y plural».
#DiaInternacionalContraLGTBIfobia Des de @Aj_Ripoll condemnem les actituds de rebuig, prejudici i hostilitat contra les persones #LGTBI Apostem pel reconeixement de la llibertat i la igualtat entre totes les persones en una societat democràtica i plural.@TALCOMSOM @CbsRipolles pic.twitter.com/OEqFQ097BW
— Ajuntament de Ripoll 🎗 (@Aj_Ripoll) May 17, 2020
