Los últimos rebrotes que se están produciendo a lo largo de la Península Ibérica están acabando con las pocas expectativas que tenía el sector hostelero. El presidente de Exceltur y CEO de Meliá, Gabriel Escarrer estima que la ocupación se está situando en torno al 30%. La campaña de verano representa, con carácter general, en torno al 60-70 % de la facturación anual del sector. En la hipótesis, muy optimista, de que este año se venda algo menos de la mitad que el pasado, la factura podría situarse en torno a los 40.000 millones de euros si a los ingresos dejados de percibir de los extranjeros se suman los menores gastos de los nacionales. Los datos de turismo de los nacionales que registra el INE (en este caso las cifras son trimestrales) indican que entre julio y septiembre del año pasado se registraron 61,16 millones de viajes, que indujeron un gasto de 19.297 millones de euros.
De esta última cantidad, 12.762 millones se gastaron en viajes en España y los 6.534 restantes, en desplazamientos al extranjero. Esta segunda partida quedará este año, con toda probabilidad, reducida a la mínima expresión y la primera se verá también mermada, porque aunque se primará el turismo nacional, el temor a los rebrotes del coronavirus y los efectos de la crisis económica se dejarán sentir en la propensión a viajar.
Si a las pérdidas calculadas para el verano con rebrotes se suman los más de 30.000 millones que ha dejado de ingresar el sector hasta mayo por la prohibición de entrada de turistas extranjeros y de movimientos de los nacionales, la factura se dispara por encima de los 70.000 millones de euros. Habrá que esperar la evolución del cuarto trimestre -cuando los operadores creen que podría empezar a reactivarse con más fuerza el turismo internacional- para ver cómo se cierra el ejercicio, pero Exceltur cree que las pérdidas anuales superarán los 83.000 millones.
Eso significa que se evaporarán en torno a un 60 % de los 140.300 millones que se consignaron el año pasado como ingresos del turismo tanto nacional como exterior: 48.066 millones de gasto de los nacionales y los 92.278 millones de los extranjeros que vienen a España.
Atrás quedará también la racha de siete récords anuales en llegadas de turistas extranjeros, que se cerró en 2019 con 83,7 millones. Nadie en el sector se aventura a dar una cifra de cierre del año, pero en mayo las llegadas seguían en los 10,6 millones de marzo, casi veinte millones menos que un año antes. En esos cinco meses, los ingresos de los turistas extranjeros caían en 18.977 millones de euros y se situaban en apenas 11.707 millones. Si los rebrotes se perpetúan más a lo largo del año, supondría un golpe letal para uno de los sectores más importantes de España.
Eso significa que se evaporarán en torno a un 60 % de los 140.300 millones que se consignaron el año pasado como ingresos del turismo tanto nacional como exterior Share on X