fbpx

Los riesgos de la reproducción asistida: una pareja blanca concibe a una hija fertilizada con rasgos asiáticos

COMPARTIR EN REDES


La reproducción asistida es una práctica éticamente reprobable ya que utiliza embriones humanos, congela unos y rechaza otros y selecciona los que identificas como viables antes de ser depositados en el interior de la madre.

Es pues una práctica de selección y manipulación genética contraria a la bioética, pero, además, plantea otros riesgos.

El hecho de, en cierta manera, jugar a ser Dios por parte del hombre no está exento de los errores humanos. Es el caso, por ejemplo, de una pareja de Nueva Jersey en Estados Unidos, que, a pesar de ser ambos de raza blanca han constatado que su hija concebida en una clínica de fertilidad tiene rasgos asiáticos.

Es por ello que la pareja ha decidido demandar a la clínica tras realizar un test de paternidad en la que descartaba al padre como legítimamente biológico de la niña.

Tras pagar medio millón de dólares en el Institute for Reproductive Medicine and Science de Saint Barnabas por la fertilización de la clínica, los padres identificaron que a los dos años de edad a la niña le aparecieron rasgos asiáticos.

El abogado de los padres, David Mazie, ha explicado a los medios locales que la madre fue concebida con un esperma que no era el de su marido. Un error de bulto que los tribunales dirimirán por qué sucedió y la responsabilidad de la clínica.

La niña, fruto de la reproducción asistida, porta una enfermedad asiática

Los padres, además, están intentando averiguar quién es el padre biológico de la niña, que hoy tiene seis años, porque padece una enfermedad sanguínea asociada al sureste asiático, de la que la pareja no es portadora.

“Sigue siendo su hija. La aman. Hoy tiene seis años”, añadió Mazie sobre los padres, que se divorciaron debido a la “tensión” causada por esta supuesta negligencia y que aseguró que tenían “derecho a concebir una hija con los genes de ambos”.

El padre no biológico, que quedó “devastado” por el hallazgo, sigue visitando a la niña pero esperará para revelarle su origen, mientras a su vez exige saber si su esperma se utilizó para concebir algún niño.

“Me gustaría estar involucrado”, afirmó. “Como niño, quieres saber de quién y de dónde vienes. Y creo que soy una buena persona. Me gustaría que supieran quién soy como persona, y sepan sobre mí tanto como yo supe sobre mi madre y mi padre”, agregó.

Un juez de la Corte Superior del condado de Essex ha ordenado a la clínica que entregue una lista de hombres y mujeres que recibieron tratamiento en las mismas fechas que esta pareja, en torno a noviembre de 2012.

¿Te ha gustado el artículo?

Ayúdanos con 1€ para seguir haciendo noticias como esta

Donar 1€
NOTICIAS RELACIONADAS

1 Comentario. Dejar nuevo

  • Estamos jugando don fuego, y son las vidas de los niños con las que jugamos.
    Con este tema de los derechos…Es el niño el que tiene derecho a tener unos padres, no al revés.

    Responder

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Rellena este campo
Rellena este campo
Por favor, introduce una dirección de correo electrónico válida.

El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.