Las palabras de la socialista Margarita Robles, ministra de Defensa del actual Gobierno bicéfalo de Sánchez han dado que hablar y siguen provocando multitud de reacciones en los medios de comunicación y en las redes sociales.
El contexto fue el Palacio de Hielo de Madrid, centro provisional de tratamiento masivo del coronavirus en la capital española. El día 22 comparecía la ministra acompañada de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida.
Margarita Robles compareció y lo hizo con un discurso honesto, noble y, sobre todo, humano, muy humano. Humano porque se hablaba de las víctimas sin anhelo político y, además, porque en las palabras de la ministra se podía entrever una sinceridad absoluta y un sentido de ciudadanía desde su responsabilidad inequívocas. Un tipo de comunicación que se ha echado de menos por parte de la política a lo largo de esta pandemia.
Así, desde la morgue del Palacio de Hielo de Madrid, Robles hablaba de los que lamentablemente se han ido como consecuencia del virus: «No se han ido solos -aseguraba-, los hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas estuvieron con ellos».
Margarita Robles y su mensaje a los familiares
Mostrando su dolor por los fallecidos por la pandemia su mensaje a los familiares ha sido encomiable. «Son unos momentos de mucho dolor y estamos viendo el sufrimiento de los enfermos, de las familias de los fallecidos. Yo desde el principio he contado con unas Fuerzas Armadas excepcionales», ha dicho Robles este miércoles, recordando de nuevo que los fallecidos nunca «han estado solos».
En este sentido, la titular de Defensa ha elogiado la «humanidad» que los efectivos han puesto en unos «momentos durísimos». «Un día, en Ifema, veía los féretros y yo les decía: ‘Cuídelos’. Y ellos (los militares) me decían que eran sus soldados. No lo olvidaré nunca», ha explicado.
Así, la ministra ha querido destacar que el «drama» provocado por el Covid-19 ha «puesto de relieve lo que es España, sus sanitarios y sus ciudadanos», que cada día «salen a aplaudir» a los balcones. Ella misma ha admitido que «Lloro cuando llego a casa porque esto es muy duro».
Margarita Robles, política socialista, no ha tenido reparos tampoco en hablar de religión, de rezar y de encontrar cobijo en Dios en momentos tan difíciles como los que se están viviendo. La ministra ha asegurado que los soldados rezaban con los enfermos cuando sabían que eran creyentes y ha hecho referencia a la oración en varias ocasiones.
La política precisa, ahora más que nunca, de mensajes que partan de personas que hablen a personas, sin intereses, más allá que la pura humanidad que nos une.
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1 Comentario. Dejar nuevo
Espero que éso no degrade la carrera política vital de Margarita Robles pues el Gobierno suele ser,en general, bastante cristófobo.