La comisión de trabajo encargada para el reaprovechamiento de las plantas de Nissan en Barcelona ha anunciado que numerosos inversores podrían dar una segunda vida a la fábrica de automóviles nipona. En este sentido, el Ministerio de Industria y el Departament d’Empresa de la Generalitat han explicado que los proyectos en los que están trabajando se agrupan en tres grandes escenarios de industrialización: plantas de producción de baterías, ensamblaje de vehículos eléctricos y ‘hub’ de electromovilidad integrado por varias empresas.
Por un lado, se estudia establecer en las fábricas barcelonesas plantas de producción de baterías para abastecer al mercado europeo de vehículos eléctricos. Por otra parte, se podría realizar allí el ensamblaje de vehículos eléctricos. Otra opción sobre la mesa sería establecer en las plantas catalanas un «hub» de electromovilidad integrado por varias compañías cuyo nombre no han sido reveladas. «Ambas administraciones (Ministerio y Generalitat) continúan de forma activa identificando potenciales alternativas adicionales que encajen con las características de las plantas», ha añadido la comisión en un comunicado.
En la reunión también ha tomado la palabra el delegado especial del Estado en el Consorcio de la Zona Franca de Barcelona, Pere Navarro, quien ha expresado la disponibilidad de la institución que dirige para facilitar la mejor opción, priorizando siempre los proyectos industriales. Esta opinión es relevante ya que el consorcio es propietario de los terrenos del principal centro de trabajo que la compañía automovilística tiene en Cataluña.
Hasta hace unos meses la coreana LG Chem parecía que sería la sucesora de las mencionadas plantas. Sin embargo, la filtración de su interés parece haber enfriado la atención de la firma asiática por los terrenos. Detrás de la firma coreana se posiciona la francesa Schneider Electric, que también se habría interesado en la fábrica catalana.
El desembarco de una empresa de baterías no es la única hipótesis de cara a la reindustrialización de la Zona Franca. El presidente de la patronal Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, avanzó hace unos meses la posibilidad de que un fabricante de automóviles asiático se instalase en la zona. Algo parecido a una confirmación de la opción expresaron las administraciones. El «ensamblaje de vehículos eléctricos» es otra de las opciones que está sobre la mesa, señalaron.
El tercer escenario contempla la creación de un hub de electromovilidad. Como explicó Economía Digital, el fabricante catalán de motos eléctricas Silence tiene entre manos un proyecto para lanzar un nuevo vehículo en la antigua planta de Nissan.
En la Comisión han participado, junto a Raül Blanco; la directora general de Industria de la Generalitat de Catalunya, Matilde Villarroya; el subdelegado del Gobierno en Cataluña, Carles Prieto; el responsable de las Operaciones Industriales de Nissan en España, Frank Torres; y miembros de las cuatro organizaciones sindicales con representación en los Comités de Empresa de los centros de la Zona Franca de Barcelona, Montcada i Reixac, Sant Andreu de la Barca y NDS.
Detrás de la firma coreana se posiciona la francesa Schneider Electric, que también se habría interesado en la fábrica catalana. Share on X