El gobierno de SĆ”nchez-Iglesias, que se configura en tĆ©rminos de un gobierno progresista, no solo profundizarĆ” en aquellos aspectos de su agenda polĆtica que son propios de este campo, como el feminismo, las identidades de gĆ©nero y la eutanasia, sino que puede introducir con suma facilidad objetivos que aglutinan a ambos colectivos, el socialdemócrata/social liberal del PSOE con la izquierda postmarxista de Podemos. Se trata de la cuestión religiosa y para ser mĆ”s precisos, de la Iglesia católica.
Ambas fuerzas tienen serias discrepancias en polĆtica económica, laboral y presupuestaria que mĆ”s pronto que tarde crearĆ”n tensiones, y la respuesta rĆ”pida en este Ć”mbito serĆ” introducir el tema religioso. De hecho, SĆ”nchez ya lanzó durante la campaƱa, concretamente el 29 de octubre, la idea de denunciar los acuerdos de la Santa Sede, un melón que ni Zapatero en su mejor momento pensó que podĆa abrir. Y es que revisar estos acuerdos que pasa por su anulación previa abre una caja de inciertos conflictos.
PodrĆan introducirse ademĆ”s modificaciones en la fiscalidad de la iglesia, en las aportaciones que el estado realiza como contrapartidas de servicios que presta la iglesia, caso de los sacerdotes en las prisiones o las fuerzas armadas, y en definitiva traducir el concepto de aconfesionalidad del estado que recoge la Constitución, junto con la colaboración con las confesiones religiosas, y explĆcitamente con la iglesia católica, por una interpretación laicista a la francesa, que si bien queda fuera del texto constitucional, puede forzarse mientras aquella alta instancia no resuelva. En todo caso el conflicto estarĆa planteado.
Este escenario se ve favorecido por la escasa capacidad de relato pĆŗblico que posee en este momento la Iglesia espaƱola y que la convierte en una vĆctima apetecible por los bajos costes polĆticos y electorales que una acción sobre ella puede comportar, a la par que facilita la cohesión de una coalición con intereses contrapuestos en otros Ć”mbitos.
1 Comentario. Dejar nuevo
Cuando se habla de la Iglesia, la Iglesia somos casi todos, o al menos los que creemos en Dios. Si ellos van contra la Iglesia, van contra Dios y contra casi todos, por lo tanto, ”nosotros tenemos al mejor aliado, solo tenemos que comportarnos como cristianos de verdad y creerlo! ”
Ā”Que el SeƱor nos guĆe y la Virgen nos proteja!