La entrada en vigor de la nueva Directiva de Servicios de Pago, llamada PSD2, es una gran desconocida para la mayoría de usuarios. Sus implicaciones, sin embargo, son de vital importancia. Esta nueva medida legislativa permite a terceros acceder a la infraestructura de los bancos, reforzando además la seguridad de las transacciones online. ¿El objetivo? que la compraventa online en la Unión Europea sea más segura, fácil y competitiva.
Bajo previo consentimiento del titular de una cuenta, a partir de ahora terceras partes pueden acceder a la cuenta del cliente para llevar a cabo pagos a su nombre. En este sentido, las transacciones dinerarias por la red serán más rápidas, siempre y cuando el cliente ha autorizado a un TPP el acceso a su información bancaria.
En cuanto al apartado de la seguridad, la puesta en marcha de esta medida puede crear graves vulnerabilidades de cara a los delincuentes telemáticos. Para ello,se ha establecido un paquete de medidas para blindar las transacciones. Entre otras, será obligatorio para las empresas el uso de la doble verificación. Está puede consistir en contraseñas alfanuméricas, número de tarjetas, código PIN o, entre otros, escaneo de la huella digital.
Actualmente en España el volumen de negocio en comercio electrónico con tarjeta suma 40.000 millones al año. El 49% corresponde a compras de tarjetas españolas fuera de España, el 33% a operaciones de tarjetas españolas en España y el 18% de extranjeras en España. Tal es el volumen que el Banco de España concederá un tiempo adicional a los proveedores de servicios de pago para migrar hacia soluciones que se adapten a la nueva normativa PSD2.
