España ha superado la fase más intensa de la pandemia del coronavirus que llevó a un Estado de Alarma y a un confinamiento prolongado que puso en jaque a la Sanidad del país.
El desconfinamiento no ha supuesto la desaparición del riesgo existente y la «nueva realidad» que denomina el Gobierno de Pedro Sánchez no es otra cosa que una realidad incierta.
Recuerda a la metodología VICA (VUCA, en inglés), un acrónimo, utilizado por primera vez en 1987, basándose en las teorías de liderazgo de Warren Bennis y Burt Nanus, para definir entornos volátiles, inciertos, complejos y ambiguos. Se trata exactamente de la situación que nos propone la crisis sanitaria del COVID-19.
Pero ese entorno puede verse afectado por diversos factores, algunos de ellos ligados a las actitudes de las personas que viven ese contexto VICA.
En ese sentido, recientes episodios derivados del COVID-19 ponen en duda que las sociedades estén preparadas éticamente para afrontar. Específicamente un ejemplo en España y otro en Estados Unidos son sintomáticos de la crisis de valores en la sociedad occidental.
La celebración en Cádiz por el ascenso y el coronavirus
En España, el Ministerio de Sanidad ha mostrado su disconformidad con el incremento de los rebrotes del coronavirus, que se expande más allá de los brotes detectados (120 en este momento que han supuesto 2.139 casos) en 15 de las 52 provincias, con un incremento de transmisión importantes.
Fernando Simón, responsable del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, también ha señalado que la epidemia ha cambiado en estos meses: el Covid es más leve, al afectar fundamentalmente a personas jóvenes.
En este sentido, Simón recordó las imágenes que se han visto estos días vinculadas a celebraciones (en concreto, sin citarlo, la subida de categoría del equipo de fútbol de Cádiz), en las que no se respetan ni las distancias físicas ni se llevan mascarillas. El epidemiólogo pidió a la población concienciación y que sean conscientes del riesgo que corren.
“No estamos en la normalidad. Estamos en una normalidad diferente. Tenemos brotes por situaciones que son perfectamente evitables. Este año no toca las celebraciones, hay que entenderlo. Y los clubes deportivos pueden ayudar”.
Estados Unidos y las «fiestas Covid»
En el otro lado del Atlántico, hace solo unas semanas saltó la noticia de que en el estado de Alabama, en Estados Unidos se estaban realizando fiestas universitarias clandestinas del coronavirus .
El procedimiento es el siguiente: invitaban a un infectado con la COVID-19 y el objetivo era ser el primero en poder demostrar que se había contagiado y así llevarse un bote en metálico. Ahora se ha notificado en el estado de Texas que un hombre de 30 años habría fallecido por asistir a una fiesta de esa índole.
Según informa The New York Times, esta persona ha fallecido con coronavirus, una enfermedad que él consideraba “un engaño” y por eso asistió a una fiesta de estas.
Cabe destacar que el virus afecta de desigual manera a los diferentes grupos de edad y que los jóvenes son los que menos la sufren. Sin embargo, se están convirtiendo en uno de los principales polos de contagio que pueden luego llegar a personas mayores.
Se trata de una visión egoísta que podría ser un síntoma de la pérdida de valores de la sociedad que no educa a sus nuevas generaciones en la solidaridad y el respeto a los demás.
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