La figura del reconocido director de cine Woody Allen está cayendo en picado. Allen, que se casó con su hijastra y que recibió la aceptación de la industria de Hollywood es ahora que está viendo cómo su prestigio no le está ayudando para publicar sus memorias, todo lo contrario.
Un mes después de que la productora estadounidense Amazon dejara claro en sede judicial los motivos por los que habían rescindido el contrato con el director (en respuesta a la demanda del cineasta), que negó la existencia de abusos sexuales tal y como denunciaba la campaña #Metoo.
«Allen realizó una serie de comentarios públicos en los que sugería que no había captado la gravedad de este tema», afirmó Amazon.
Ahora, tras perder el apoyo de algunas estrellas de Hollywood que han trabajado con él, Allen ha perdido el apoyo editorial. El pasado año, el director de Manhattan intentó vender sus memorias a hasta cuatro sellos editoriales de gran relevancia —que han querido permanecer en el anonimato—, solo para encontrarse con la indiferencia o el rechazo, según sostiene The New York Times.
Woody Allen, entre escándalos sexuales
Los ejecutivos de estas editoriales declararon al diario que un agente literario que representaba a Allen se reunió con sus compañías a finales del año pasado, pero que no realizaron ninguna oferta, en gran parte debido a la publicidad negativa que podría generarles trabajar con el neoyorquino. Así pues, los rechazos se produjeron por el mismo motivo por el que Amazon Studios canceló el estreno de A Rainy Day in New York: los comentarios sobre el #MeToo realizados por el director, de 83 años.
En otro tiempo, las memorias de Allen probablemente hubieran desatado una guerra de ofertas, pero tras acusaciones de abuso sexual realizadas por parte de Dylan Farrow, hija del director y de Mia Farrow —que han sido desmentidas tanto por otro de los hijos, Moses, como por el mismo Allen, que fue exonerado judicialmente—, todo ha quedado en nada.