Carl Sagan fue el primer científico en convertirse en una estrella mediática, un divulgador puro que ha dejado momentos audiovisuales que han pasado a la historia.
Ahora uno de esos momentos se está volviendo a viralizar en las redes sociales, ya que la triste realidad de guerra que vive Europa lo ha traído de nuevo a la actualidad. Y tiene que ver con el riesgo de guerra nuclear que planea sobre el conflicto entre Ucrania y Rusia.
«Todo ser pensante teme la guerra nuclear», afirma contundente Sagan en su discurso, «pero», prosigue, «toda nación tecnológica hace planes para ella». ¿Es necesario encontrar una excusa para convertirse en potencia con armamento nuclear? El científico cree que los países las buscan.
«Muchas naciones actualmente coleccionan armas nucleares, en realidad, son fáciles de hacer», denuncia Sagan.
El vídeo está sacado de la serie Cosmos, un programa ya icónico, en su capítulo 13 titulado «¿Quién habla en nombre de la Tierra?». En el mismo se habla acerca de la locura del hombre que, no asimilándose como ciudadano cósmico, aun con el palpable futuro promisorio de la exploración espacial, corre el riesgo, a causa de un anquilosado pensamiento, de autodestruirse.
Una bomba nuclear, dos quilotones
Carl Sagan prosigue su sorprendente narración: «Las bombas convencionales de la Segunda Guerra Mundial se conocían como arrasadoras. Llevaban 20 toneladas de TNT. Podían arrasar una manzana».
Hay un momento en el vídeo en el que el científico explica con una comparación terrorífica el grado de peligrosidad que representa la amenaza nuclear: «Todas las bombas arrojadas a todas las ciudades en la Segunda Guerra Mundial llegaron aproximadamente a 2 millones de toneladas de TNT, dos megatones. Toda esa muerte que llovió de los cielos entre 1939 y 1945. 100 mil bombas arrasadoras, 2 megatones. Hoy en día 2 megatones es el equivalente a una sola bomba termonuclear. Una bomba tiene todo el poder destructivo de la Segunda Guerra Mundial«.
Rusia es una potencia nuclear y ha amenazado con usar ese poder si se interfiere en su camino. ¿Qué diría Carl Sagan? Probablemente lo mismo que décadas atrás.
