El primer ministro Li Keqiang ha asegurado que China se compromete a crecer este año un 6%. Esta cifra, inferior a las predicciones del Fondo Monetario Internacional y variados observadores, es suficiente para confirmar el regreso de la ansiada normalidad y el rol chino como de locomotora mundial.
“El objetivo del 6 % nos permitirá dedicar toda la energía a promover las reformas, la innovación y un desarrollo de alta calidad. Hemos tenido en cuenta la recuperación de la actividad económica”, ha explicado Li en un discurso salpicado de los reglamentarios aplausos de la concurrencia cuando sus inflexiones de voz los pedían. El desarrollo chino seguirá afrontando innumerables riesgos y desafíos, advirtió el primer ministro, pero “las directrices económicas que apuntalarán el crecimiento a largo plazo permanecerán invariables”, ha continuado.
A pesar de establecer un propósito menor al esperado por un sector, el anuncio de Li Keqiang durante la sesión inaugural de la cumbre anual de la Asamblea Nacional Popular supera, sin embargo, el miedo de muchos analistas ante la posibilidad de que China no se marcara una meta de avance para su producto interior bruto (PIB) ante la incertidumbre derivada de la crisis sanitaria mundial, como ocurrió en 2020 por primera vez desde 1994.
China anunció la intención de crear más de 11 millones de puestos de trabajo urbanos, alcanzar un equilibrio básico en la balanza de pagos y se compromete a seguir recortando impuestos, a mantener estable la tasa de cambio de su moneda -el renminbi- y a no realizar grandes cambios en su política macroeconómica este año.
Asimismo, también prevé «aumentar los ingresos de los grupos con bajos salarios» y expandir el tamaño de la clase medi mediante el crecimiento «en paralelo al del PIB» del ingreso per cápita. La partida para Investigación y Desarrollo crecerá un 7% anual durante el plan quinquenal 2021-2025 para dar impulso al plan de independencia tecnológica de China, especialmente mirando hacia sectores críticos como el de los semiconductores ante las tensiones geopolíticas. En cuanto a la partida del Gobierno central dedicada a la investigación, esta aumentará un 10,6% este año.
Esta cifra es suficiente para confirmar el regreso de la ansiada normalidad y el rol chino como de locomotora mundial. Share on X