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Una mujer es arrestada por orar en silencio cerca de una clínica abortista en Reino Unido

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La policía de Birmingham (Reino Unido) acusó a una mujer católica de cuatro cargos por violar la “zona de amortiguamiento” de una clínica abortista después de que ella admitió que podría haber estado rezando en silencio mientras estaba parada afuera.

Isabel Vaughan Spruce fue arrestada, registrada y detenida después de que les dijo a los oficiales que podría haber rezado en silencio cerca de la Clínica Robert de los Servicios Británicos de Asesoramiento sobre el Embarazo en Kings Norton.

No llevaba rosarios ni letreros, pero un transeúnte la fotografió fuera del local y la denunció a la policía.

Los oficiales le preguntaron a la mujer de 45 años de Malvern, Worcestershire, si las fotografías la mostraban rezando afuera de la clínica y ella admitió que podría haber estado rezando en silencio en su mente, pero también pensando en su almuerzo y otras cosas triviales.

Ahora debe comparecer ante el Tribunal de Magistrados de Birmingham el 2 de febrero acusada de cuatro cargos de incumplimiento de una Orden de Protección del Espacio Público.

Las condiciones de la fianza incluyen el requisito de que la Vaughan Spruce, directora de la Marcha por la Vida del Reino Unido y consejera de embarazo, desista de participar en la oración pública incluso más allá de los límites de la zona de exclusión.

La Vaughan Spruce dijo: “Es terriblemente incorrecto que la policía me arrestara, me llevara a las celdas, me registrara y me humillara simplemente por rezar en la privacidad de mi propia mente».

“La legislación pretende prohibir el acoso, ya que nadie debe ser objeto de acoso. Pero lo que hice fue lo más alejado de lo dañino: estaba ejerciendo mi libertad de pensamiento, mi libertad de religión, dentro de la privacidad de mi propia mente», explica.

Nadie debería ser criminalizado por pensar, por rezar, en un espacio público en el Reino Unido”. Agregó: “He dedicado gran parte de mi vida a apoyar a las mujeres en crisis de embarazo con todo lo que necesitan para tomar una decisión empoderada sobre la maternidad.

“También estoy involucrada en el apoyo a mujeres que han tenido abortos y están luchando con las consecuencias de ello», prosigue. “Me he acercado a muchas de las mujeres a las que he podido apoyar a lo largo de los años, y me rompe el corazón saber que muchas más pasan por esto todos los días».

“Mi fe es una parte central de lo que soy, así que a veces me paro o camino cerca de un centro de aborto y oro por este tema», prosigue.

“Esto es algo que he hecho casi todas las semanas durante los últimos 20 años de mi vida. Rezo por mis amigas que han experimentado un aborto y por las mujeres que están pensando en pasar por eso ellas mismas”.

La zona de exclusión fue introducida por el Ayuntamiento de Birmingham el 7 de septiembre para prohibir que cualquier persona “participe en cualquier acto de aprobación o desaprobación o intento de acto de aprobación o desaprobación” del aborto en las proximidades de la clínica, incluso a través de “medios verbales o escritos, oración o asesoramiento».

El consejo argumentó que la medida era necesaria para garantizar que «las personas que visitan y trabajan allí tengan un acceso claro sin temor a la confrontación».

Un portavoz de la policía de West Midlands confirmó que la señorita Vaughan Spruce fue arrestada el 6 de diciembre y posteriormente acusada el 15 de diciembre de violar la PSPO.

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1 Comentario. Dejar nuevo

  • En Birmingham habría que ir a rezar cerca del Ayuntamiento, para que los responsables de esta detención se conviertan. Y denunciarlos al Tribunal Europeo de Derechos Humanos por haber violado derechos fundamentales de esta mujer.
    Está claro que los abortorios tendrían que ubicarlos en búnqueres inaccesibles, con paredes blindadas con algún material a prueba de rezos, material que si no existe habría que inventarlo urgentemente.
    Estropear un aborto a base de rezar se considera un crimen en Birmingham, hasta el punto de que un ciudadano ejemplar se ha visto en la penosa necesidad de fotografiar y denunciar a una mujer por el abominable hecho de estar rezando, al parecer, en su intimidad personal. A este magnífico energúmeno le impondrán la medalla al mérito abortista, cuando en realidad deberían denunciarlo por acoso a una mujer, es decir, por violencia de género. El mundo al revés.
    Me pregunto si los nazis permitían rezar cerca de las cámaras de gas. Creo que no.

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