España se ha convertido en el cuarto país del mundo en tener más alarmas. Así lo ha confirmado el director financiero del principal operador en el mercado, Securitas Direct. Detrás de Estados Unidos, Japón y China, los españoles son los que más necesidad sienten para instalar sistemas de detección de ladrones en sus domicilios. La empresa, sin embargo, reconoce que su producto está siendo un éxito pero que «todavía queda mucha demanda potencial por cubrir» en España.
Más allá de los datos sobre criminalidad, que sin ninguna duda están creciendo en grandes ciudades como Madrid o Barcelona, la sensación subjetiva del ciudadano es la de un creciente desamparo ante el crimen. Barcelona, centro mediático a nivel internacional por los numerosos sucesos de las últimas semanas, ha crecido en un 30% los robos. Esto significa que cada hora en la ciudad condal se cometen 20 delitos, siendo la mitad hurtos.
El debate de la seguridad en la capital catalana se ha agravado este verano. Entre julio y agosto, se han cometido de 7 de los 12 homicidios. A ello, se ha sumado la sucesión de acuchillamientos en peleas y robos. El responsable de Seguridad del Ayuntamiento, Albert Batlle, se refirió a una “crisis de seguridad”. La alcaldesa, Ada Colau, lo matizó a los dos días para definir Barcelona como una “ciudad segura con algunos problemas de seguridad”.
Esta visión sobre la ciudad contrasta con los medios de comunicación internacionales, que denuncian la cantidad de delitos en este verano. La BBC, en su crítica a la gestión de Ada Colau, subraya el robo violento al embajador afgano en España, Humayoon Rasaw, que fue arrojado al suelo cerca de una céntrica estación de metro por un grupo de jóvenes que le sustrajeron el reloj.
La embajada de los Estados Unidos, cuya nacionalidad es la mayoritaria en cuanto a turistas que visitan la ciudad, ha decidido lanzar una alerta a sus compatriotas para extremar la precaución. La embajada también recomienda a sus ciudadanos estar atentos a sus pertenencias, y poner especial atención en lugares altamente frecuentados por turistas. Además, aconseja no hacer ostentación de «signos de riqueza como joyas o relojes caros», y recomienda no oponer resistencia física en un intento de robo.
