La cara oculta de Kofi Annan

El recientemente fallecido ex secretario general de las Naciones Unidas ha recibido honores internacionales en su adiós. Sin embargo, a lo largo de su trayectoria profesional diversos escándalos revelan una cara oculta de Kofi Annan nada alineada con su imagen suave e integradora que quiso labrarse.

Por primera vez en los 50 años de historia de las Naciones Unidas, siendo Annan el secretario general de esta organización, fue sometido a una moción de confianza en noviembre de 2004. El sindicato que agrupa al personal de la ONU votó para retirarle, o no, la confianza a Kofi Annan y su dirección por presunta implicación en diversos escándalos, cosa que al final no sucedió. El último de ellos hace referencia al hecho de haber exonerado a un alto funcionario acusado de favoritismo y acoso sexual.

Annan, uno de los pocos secretarios generales de la ONU que repitió mandato, estuve en diversas ocasiones en el punto de mira de la atención pública a raíz de una serie de escándalos que salpicaron a altos responsables de las Naciones Unidas. Sin embargo, el que desencadenó el proceso de censura para retirarle la confianza, aunque no fuera vinculante, fue el anuncio hecho público en el que Dileep Nair, secretario general adjunto en los servicios de control interno, quedaba absuelto de las acusaciones de persecución sexual y abusar de ciertos privilegios por la expresa intervención, o “no intervención”, del secretario general de la ONU.

Otros frentes abiertos

Ese último “desliz” de Annan no es el único frente abierto que tenía el más alto responsable de Naciones Unidas. Poco antes, en julio pasado, ya se había hecho público otro caso de exculpación en la persona de Ruud Lubbers, acusado también de acoso sexual, que Kofi Annan no tuvo en consideración.

Annan también tuvo que hacer frente a un presunto fraude millonario en el programa “Petróleo por alimentos” en Irak. El secretario general de la ONU encargó una investigación independiente para aclarar los hechos, que podrían salpicar decenas de funcionarios del organismo internacional.

Por otra parte, su mandato al frente de la ONU resultó estéril en la solución de conflictos bélicos considerados como auténticas catástrofes humanitarias, como en el caso de los ataques indiscriminados de los rebeldes Janjaweed (Jinetes armados) contra la población civil de Darfur, auspiciados o consentidos por el Gobierno de Sudán; o el caso de Burundi, donde la ONU se mostró incapaz de evitar los miles y miles de muertos que ocasionaron los enfrentamientos entre tutsis y hutus.

Nada neutral

Cabe hacer mención también a las declaraciones de Kofi Annan sobre la guerra de Irak y sobre la prohibición de la clonación en plena campaña electoral norteamericana. El 17 de octubre de 2004, el ex secretario general manifestaba en un canal de televisión británico que la guerra encabezada por Bush en Irak no ha convertido al mundo en un lugar más seguro, posicionándose de esta manera a favor de John Kerry. Por otra parte, el 21 y 22 del mismo mes se celebraba un debate en Naciones Unidas para decidir la prohibición de cualquier tipo de clonación. Annan tomaba la decisión de aplazar la discusión hasta después de las elecciones, con lo que dejaba abierta la posibilidad del sí a la llamada clonación terapéutica en el caso de que ganara Kerry. Días antes ya se había manifestado “a título personal” a favor de clonar embriones con fines terapéuticos. Ambas manifestaciones dejaban la estela ante la opinión pública de un secretario general de la ONU nada neutral.