A raíz de la crisis económica, desde el estallido que se produjo el 2007, gran parte de la población en España sufre las consecuencias de la recesión. Pero, los efectos no han llegado a todos del mismo modo: el número de grandes fortunas se ha multiplicado en un 2,5. Estos datos, publicados por la Agencia Tributaria, también muestran la pérdida de eficacia del impuesto patrimonial. Hace diez años un millón de personas presentó la declaración de Patrimonio, hace dos años sólo la presentaron 197.000 personas.
¿En qué medida se engordaría la lista si se incluyeran los contribuyentes de Madrid, que es ya la única comunidad con la exención total de patrimonio? Es difícil o imposible saberlo. “Como no hay sanción ni un celo especial de la Hacienda madrileña en esta materia, precisamente debido a la exención, muchos de los obligados tributarios –en especial, los que superan el mínimo por muy poco– no la presentan”, comenta un abogado fiscalista. Con sólo que lo hicieran en una proporción similar a la de Cataluña, habría que añadir a la lista entre 70.000 y 90.000 contribuyentes más, según otro fiscalista consultado.
Todavía hay un tercer elemento adicional que obliga a matizar estas las conclusiones: la polémica amnistía fiscal del año 2012. La oportunidad que dio el Gobierno de Mariano Rajoy a los evasores fiscales de regularizar sus situaciones irregulares con la Hacienda pública contribuyó a elevar tanto el número de declarantes del impuesto de patrimonio en los años siguientes como, especialmente, las grandes fortunas bajo el control del fisco. Del 2011, el año anterior a la amnistía, al 2012, los declarantes con bienes con un valor superior a los 30 millones pasaron de 352 a 443, un 26% más. Teniendo en cuenta que la crisis todavía golpeaba con fuerza en el país, el incremento es significativo.
En la distribución de los datos por comunidades autónomas, de los 197.768 declarantes del Impuesto de patrimonio, la mayor parte se concentran en Cataluña, con 74.125 y un patrimonio medio declarado de 2,5 millones de euros. En cambio, en Madrid el número de declarantes es muy inferior, con 17.507, pero el patrimonio medio declarado asciende a 9,2 millones de euros.
Por número de contribuyentes, por debajo de Cataluña y por encima de Madrid, aparecen los declarantes de Comunidad Valenciana (22.105 y un patrimonio mediano de 2,8 millones de euros) y los de Andalucía (18.253 y 2,48 millones de patrimonio medio). Por su parte, en Extremadura es donde menos españoles declaran por el Impuesto de Patrimonio, hasta un total de 1.188, si bien el patrimonio medio declarado asciende a 1,9 millones de euros.
Sin embargo, en materia de igualdad el panorama no es positivo. En España, la media de la riqueza por persona (con datos hasta 2013) es de 144.000 euros, si bien la mitad de la población menos rica concentra solo el 7% de esa riqueza con una media de 18.900 euros por persona. En la parte alta de la tabla se sitúa el 10% de la población que aglutina el 57% de la riqueza, con una media de 813.000 euros por persona. Esto significa que la riqueza media de una persona que se encuentra en el 10% de la población más adinerada es 43 veces mayor a la media de quien está entre el 50% de la población menos boyante, una brecha que apenas ha variado en las últimas tres décadas.