El mes de marzo no ha sido un momento nada positivo para la industria europea. El índice PMI del sector manufacturero del mes pasado, divulgado por la consultora IHS Markit, cayó hasta los 47,5 puntos –el dato más bajo desde abril de 2013– y agudizó la distancia con el límite de 50 puntos que marca el límite entre el crecimiento y la recesión.
Este indicador lleva ocho meses seguidos cayendo en Europa y está en el nivel que tenía en verano del 2013. Es verdad que este índice acostumbra a ser volátil y que el peso de los servicios en la economía europea sigue siendo superior al manufacturero, pero no deja de ser una señal de alarma indicativa de la actual coyuntura, ya que el índice de compras manufacturera global de IHS Markit se basa en los resultados de encuestas que cubren a más de diez mil ejecutivos de compras en docenas de países, más de la mitad provenientes de EE.UU., Japón, China, Alemania y Francia.
«La debilidad se centró principalmente en los sectores de bienes intermedios y bienes de capital. Ambas categorías registraron notables deterioros de condiciones operativas, en marcado contraste con el sector de bienes de consumo, donde se observó un nuevo crecimiento (aunque modesto)», agregan.
La recesión industrial, provocada sobre todo por la caída de las exportaciones, se produjo sobre todo en Alemania, Italia y Francia, que volvió a territorio negativo después de crecer modestamente en febrero. «Los fabricantes en Alemania encabezaron la caída en general, ya que la confianza en este país se deterioró hasta su nivel más bajo en más de seis años», señalan.
Los motivos del retroceso en Europa son variados. “Preocupaciones sobre guerras comerciales, tarifas, aumento de la incertidumbre política, el Brexit y, sobre todo, deterioro del clima económico tanto a nivel doméstico como en las exportaciones”, explicó Chris Williamson, economista jefe de IHS Markit.
“Europa es actualmente el punto más débil de la economía global”, afirmó a Bloomberg Christopher Dembik de Saxo Bank. “Hay un conjunto horrible de nuevos datos para la zona del euro que confirman el riesgo de un crecimiento más bajo de lo esperado”, agregó.
“Mucho de esta contracción es imputable a Alemania. Y Alemania va mal, porque China no va bien como antes. Durante décadas ha podido vender en Asia pero allí la ralentización es más severa de lo que indican los datos oficiales”, comenta a este diario el experto de política económica internacional del Graduate Institute of Geneva, Charles Wyplosz.
España se resiste a la caída
La industria española, que entró en recesión en el mes de febrero, consiguió recuperarse levemente en marzo gracias al aumento de los pedidos, del empleo y de la producción, aunque se espera que se estanque de aquí en adelante. Su índice PMI del sector manufacturero se situó en 50,9 puntos, un punto por encima del mal dato de febrero (49,9) y de nuevo por encima de la línea roja que marcan los 50 puntos.
Tras un mes negro para la industria española, algunas empresas lanzaron nuevas líneas de productos para intentar mejorar su situación, mientras que otras se beneficiaron de un repunte de la demanda externa, es decir, de las exportaciones.
Por otro lado, ya son siete meses de caída consecutiva en el mercado automovilístico español. El primer trimestre ha cerrado en negativo, con un descenso de casi el 7%. Después del nuevo descenso sufrido en el mes de marzo (-4,3%), que situó las matriculaciones en 122.664 unidades.
La caída se ha amortiguado en la última semana del mes, en parte por las automatriculaciones tácticas que realizó el sector. En los últimos tres días del mes se realizaron más de 44.000 operaciones, algo más de un 35% del total, de las cuales unas 7.000 fueron automatriculaciones, según fuentes del sector que la semana pasada anticipaban un cierre de mes con un retroceso superior a los dos dígitos.
1 Comentario. Dejar nuevo
Pues ya no se puede bajar más el precio de ingeniero, todos los compañeros ya emigraron y yo en Semana Santa, pero ya a la aventura, sin puesto. Menos mal que el gobierno nos quito el título universitario con el cambio a grados que sino nos hubiese pillado de imprevisto, con deudas y obligaciones familiares.