Durante el primer semestre de este año 4.060 millones de euros se invirtieron en España como fondos de capital riesgo. Este récord en cuanto volumen es superior en más de mil millones de euros respecto al segundo semestre del 2018 y más de tres mil millones de euros respecto el primer semestre del 2019. Estos datos, publicados por la Asociación Española de Capital, Crecimiento e Inversión (ASCRI), muestran como España se sigue manteniendo como una región económica atractiva para los inversores.
Estos buenos resultados no incluyen la compra del 80% de Grupo Palacios por parte de MCH y Ardian por 250 millones y la adquisición de Pastas Gallo por Proa Capital por alrededor de 230 millones, entre otras. Además del atractivo de las empresas, otra de las principales causas son los bajos tipos de interés y la gran liquidez que existen en los mercados. Los expertos señalan que este fenómeno se ha convertido en una burbuja especulativa. Para poder valorarlo, basta comparar el precio de las ventas respecto al ebitda (beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones) de la empresa. En el caso, por ejemplo, de Pastas Gallo y Grupo Palacios, por ejemplo, se acaban de acordar sendas ventas a un precio de más de 10 veces el ebitda.
A pesar de los buenos resultados, un estallido de esta burbuja financiera podría suponer un duro golpe para la senda de recuperación económica que ha conseguido seguir España en los últimos años.
Cabe destacar, sin embargo, que si antes de la crisis económica en el sector las compras se realizaban con un 70% de deuda y un 30% de capital, ahora ronda aproximadamente del 50%-60%. Por lo tanto, el coste de la financiación es menor y es algo más prudente respecto en los tiempos de bonanza. Para la consultora KPMG la situación se mantendrá con gran estabilidad a lo largo de los próximos años. ¿El motivo? Los bajos tipos de interés junto con la alternativa poco plausible de un aumento generalizado del coste de la deuda.