Poseo la convicción segura de saber que hay cientos de personas implicadas, que protegen los derechos humanos. El rencor y la represalia deben desaparecer en esta sociedad crispada. Hay que encontrar de nuevo la honestidad como envite de complacencia, de esta forma hallaremos la libertad para compartirla con los demás.
La libertad de expresión y opinión es lo más grande que tenemos en una democracia.
Es obligación conjunta el reflexionar, vivimos momentos de desorientación, el rumbo se va perdiendo. Se está favoreciendo una antigua, precisa y vana palabrería. El posicionamiento razonado contribuirá a desarrollar e impulsar la convivencia, evitando la convulsión y el caos político.
Inadmisible que se quiera crear una inquisición política, existiendo tribunales de justicia sujetos a una democracia real y verdadera, a fin de que solventen lo que se escriba, o hable en los medios de comunicación.
En los sistemas democráticos corresponden a los tribunales de justicia, juzgar, resolver y sancionar las acciones de cualquier ciudadano sea periodista, comerciante, político, carpintero, médico etc. Con ese fin existen.
Rechacemos la felonía de la razón, concedida y manejada con frecuencia por los medios, al pueblo llano y soberano. La educación en libertad, sin engaños ni prohibiciones transforma al ciudadano para que con sus conocimientos pueda discernir y replicar a los demás, siempre en el respeto. Estemos vigilantes ante movimientos ideológicos de variopintos colores que provocan el odio, y que, por su situación depravada, son más vehementes que los pacificadores.
Decía Montesquieu (1689-1755), para defender los elementos de control y evitar estas anomalías:
Para que no se pueda abusar del poder, es preciso que el poder detenga al poder.
La ley debe ser como la muerte, que no exceptúa a nadie
Actuemos juntos todos los demócratas para que la Federación de Asociaciones de Periodistas de España, el Comité Mundial para la libertad de expresión y el Parlamento Europeo, mande y reprenda a este grupo de políticos, para que corrijan estas decisiones tan desacertadas.
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