Octavio Granado, secretario de Estado de Seguridad Social, ha reconocido esta semana que los últimos datos de empleo reflejan un “evidente” enfriamiento de la economía. El número de parados ha aumentado hasta alcanzar los 3,07 millones de trabajadores, con sólo un aumento medio de 3.224 afiliados respecto a agosto (el peor dato desde 2013).
Pese a un agosto y un septiembre no muy buenos, según la ministra de Empleo y Seguridad Social en funciones, Magdalena Valerio, se “está manteniendo el tipo”. Las dos actividades con mejores resultados de empleo ha sido educación, con un incremento de 45.500 nuevos trabajadores, y la administración, 21.600 cotizantes más. Por otro lado, los sectores del comercio y de hostelería registran una caída de 78.000 afiliados.
«Al Gobierno obviamente le preocupa, pero intentamos no solo preocuparnos, sino ocuparnos», ha remarcado el secretario de Estado, que también ha afirmado que en este mes ha afectado a la afiliación de la seguridad social la quiebra de Thomas Cook, las consecuencias que se han vivido por la DANA y una disminución del empleo en las administraciones públicas, concretamente en las comunidades autónomas, bien por el retraso en la toma de posesión de los gobiernos o porque se ha reducido directamente el empleo.
Si se desglosa la evolución del empleo por comunidades, las que salen mejor paradas son el País Vasco, con 2.444 parados menos, Castilla La Mancha (-2.145) y La Rioja (-932). En el lado puesto, encabezando los peores datos, se encuentra Cataluña al aumentar 1.205 el número de desempleados. En esta última Comunidad Autónoma Barcelona es la única provincia que ha reducido el número de desempleados.
1 Comentario. Dejar nuevo
[…] El desequilibrio de las finanzas de la Seguridad Social a largo plazo, guardan una estrecha relación con la aguda crisis de natalidad que vive España. Un país en el que, a diferencia del común europeo, no existen políticas familiares dignas de este nombre. Este grave vacío responde a un sesgo ideológico específico de la socialdemocracia española, que no es común en Europa, y también de la visión liberal autóctona. […]