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La subrogación siempre explota a la mujer

Elena Postigo, coordinadora de la cÔtedra de Bioética de la Fundación JérÓme Lejeune ha concedido una interesante entrevista a Alfa y Omega que reproducimos aquí:

«La filial en España de la Fundación JérÓme Lejeune ha suscrito un convenio marco de colaboración con el Center for Bioethics and Culture para investigar y realizar actividades de formación y divulgación sobre los peligros de los vientres de alquiler. Elena Postigo Solana, doctora en Bioética, coordina la cÔtedra de Bioética de la fundación

La reproducción artificial avanza, pero de momento sigue haciendo falta un útero para gestar a los bebés. ¿Por eso ha adquirido tanto protagonismo la gestación por subrogación?

Aquí hay una ideología que ha convertido la vida humana en un negocio. Las clínicas de fecundación in vitro estÔn viendo un mercado que solo en la India mueve mÔs de 1.000 millones de dólares al año. Es un nuevo producto que ofrecer, y la mujer es el medio para obtenerlo.

Las subrogaciones que salen mal incluyen secuelas mĆ©dicas graves, conflictos que pueden llegar a los tribunales…. ĀæEsas personas han tenido simplemente mala suerte?

Estoy segura de que de aquí a 15 años vamos a tener mucha literatura sobre casos así; por ejemplo, de cÔncer o esterilidad por los tratamientos hormonales para donar óvulos o preparar el útero de la gestante. También por la ruptura traumÔtica del vínculo de apego entre madre e hijo. Pero estas consecuencias derivan de un problema de fondo.

¿Y cuÔl es?

Hay que valorar el hecho en sĆ­ y los medios que se utilizan. Casi siempre hay una fecundación in vitro –en otros casos una inseminación artificial–, con todo lo que implica: generar los embriones fuera de su contexto natural, congelar algunos, la eugenesia del diagnóstico preimplantatorio y prenatal, las presiones para abortar si el niƱo viene con alguna anomalĆ­a… y, por supuesto, el daƱo a la dignidad de la mujer por usarla como medio para un fin.

ĀæSolo se explota a la mujer cuando hay dinero de por medio?

No, siempre. Incluso si una mujer gesta un niño para su hermana. No tenemos una disponibilidad total sobre nuestro cuerpo. La prostitución no dejaría de ser un sometimiento de la mujer por ser voluntaria.

¿Hacia dónde se mueve el mundo con la gestación por subrogación?

Los paĆ­ses del Tercer Mundo estĆ”n despertando y blindando sus legislaciones porque muchos ciudadanos occidentales accedĆ­an a estos mercados. India ha restringido la subrogación a sus propios ciudadanos y Tailandia va en el mismo sentido. Occidente se estĆ” abriendo, empezando por AmĆ©rica. La costa californiana es el paraĆ­so de la subrogación. En las instituciones europeas estĆ” vetada de momento, pero creo que en Europa la mayor parte de paĆ­ses la permitirĆ”n en ciertas condiciones, sobre todo la altruista –que no implica que no haya una compensación–. Los paĆ­ses nórdicos no creo que lo hagan. En EspaƱa, probablemente vamos hacia la regulación de algunos supuestos. Ya se produce de facto, generando el niƱo fuera e inscribiĆ©ndolo en el Registro Civil. Pero serĆ­a mĆ”s fuerte que empezĆ”ramos a ser un mercado.

La oposición a esta prÔctica en Escandinavia se debe a feministas que estÔn en las antípodas de la defensa de la vida. En España existe la plataforma No Somos Vasijas. ¿Colaboran con ella?

No, pero la sigo. No he firmado su manifiesto porque habla de la autonomía total de la mujer, incluso para abortar. Pero podría llegar a haber contactos. El otro día tuve un intercambio con Amelia ValcÔrcel, una de las promotoras, y estoy segura de que en muchos puntos nos entenderíamos. Jennifer Lahl nos animó a hacerlo.

¿Es posible este contacto sin blanquear sus demÔs ideas?

Creo que sĆ­. Se podrĆ­an organizar actos, hablar juntos con los partidos… Pero quizĆ” serĆ” difĆ­cil hacer un manifiesto conjunto. Tiene que estar claro que en otros puntos disentimos, porque no defienden la vida humana en cualquier situación. ĀæPiensan que la gestante por subrogación puede decidir abortar si el niƱo viene mal? Imagino que sĆ­. Para nosotros son importantes tanto el niƱo como la mujer.

ĀæVientres de alquiler o maternidad subrogada?

Soy crítica con ambas expresiones. Vientre de alquiler se usa para darle una connotación negativa, pero no designa bien lo que sucede: no se alquila solo el vientre, sino a toda la persona, porque el vientre es parte de una corporeidad. Maternidad subrogada tampoco retrata la realidad. La maternidad no se puede subrogar. Implica a toda la persona y, desde el punto de vista de la bioética racional, debe suceder en el contexto de la unión íntima, carnal y espiritual, entre un hombre y una mujer.

ĀæEntonces?

Prefiero el término técnico: gestación por subrogación. Se subroga el que la mujer geste. Tiene la connotación de que la mujer ofrece un servicio, que se saca del contexto de lo que ella es en su conjunto. Es impropio de la gestación el subrogarla.»

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1 Comentario. Dejar nuevo

  • Cuando se comercializa la vida, no solo se estĆ” denigrando el papel de la mujer y de la Vida humana, ademĆ”s se da la espalda a Dios.

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