Una historia que entraña el horror de los vientres de alquiler se ha hecho público en Estados Unidos. El episodio ha sobrevenido después de que la madre de alquiler Brittney Pearson recibiera un diagnóstico de cáncer de mama y diera a luz de manera provocada a su prematuro bebé a las 25 semanas para poder enfrentar el tratamiento contra la enfermedad. Los dos hombres que contrataron a Pearson para que fuera madre sustituta ordenaron que se le negara atención médica crítica al niño por temor a las consecuencias para, así, dejarlo morir.
«Dos hombres contrataron a la sustituta Brittney Pearson para crear la ‘familia de sus sueños'», tuiteó Lila Rose, presidenta de la organización estadounidense pro vida Live Action. “Al final del proceso, un bebé de 25 semanas fue asesinado”, afirma.
While pregnant, Brittney received a breast cancer diagnosis & decided to deliver the baby early at 25 weeks so she could receive chemo treatment while giving the child a possible chance of survival.
She said her thought was, “I want to keep this baby safe & bring it earthside.”
— Lila Rose (@LilaGraceRose) July 18, 2023
Brittney recibió un diagnóstico de cáncer de mama durante su embarazo y decidió dar a luz al bebé antes de las 25 semanas para poder recibir la quimioterapia necesaria para salvar su vida y darle al niño la mejor oportunidad de supervivencia. «Ella dijo que su pensamiento era: ‘Quiero mantener a este bebé a salvo y traerlo a tierra'», tuiteó Rose.
La pareja que compró el niño de Brittney afirmó que «no querían pagarle a Brittney por un bebé nacido antes de las 38 semanas debido a los posibles problemas de salud de un bebé prematuro», según Rose. La pareja insistió en que el niño fuera “terminado inmediatamente”, es parte del horror de los vientres de alquiler.
Brittney estaba «destrozada», según su tío. Ella se ofreció a adoptar al niño, pero la pareja rechazó su solicitud y, en cambio, pidió un certificado de defunción. El tío de Brittney incluso dijo: «Me quedaría con el bebé si me lo permitieran».
La pareja no puede obligarla a abortar, pero una vez que el bebé está ‘fuera’, entonces el bebé es propiedad de los padres y no quisieron darle al bebé ningún cuidado que le salvara la vida. Básicamente, la madre tiene que dar a luz para verlo morir. “Prefieren ver morir a su bebé que permitir que se salve lo mejor posible y se lo entreguen a una familia”, informó el tío de Brittney. Se trata del egoísmo puro y de el ser humano como producto que comprar, vender y desechar.
Brittney reside en California y «las leyes de subrogación en California no otorgan derechos a Brittney ni al bebé», informó Rose. Brittney tuvo que dar a luz antes de tiempo para salvar su propia vida. Después del nacimiento, la pareja “ordenó que se suspendiera la atención para salvar vidas. El bebé murió poco después de nacer”.
“Si bien parece que Brittney trató de proteger a este niño en el útero, su participación en la subrogación desempeñó un papel parcial en la muerte final de este niño pequeño”, tuiteó Rose. “Desde el momento de su concepción, fue despojado de sus derechos fundamentales y tratado como un producto que podría desecharse a la primera señal de defecto”.
1 Comentario. Dejar nuevo
Este caso deja bien claro el nivel de barbarie filonazi a que ha llegado una sociedad que se blanquea con el subterfugio de que defiende los Derechos Humanos para disimular que está tan podrida que los viola a gusto del consumidor individual.
Y es que aquí los Derechos Humanos se han violado a mansalva, los del bebé recién nacido, los de la madre gestante, los del tío que quería la adopción, y los de la humanidad entera que ha visto cómo se dejaba morir sin auxilio y a posta a un ser humano solo porque a un par de energúmenos con derecho de propiedad sobre este ser humano así lo han ordenado.
Estos pretendidos “padres” no son, como pareja, padres de nadie, a lo sumo solo uno de ellos habrá proporcionado el espermatozoide con que se concibió al bebé. Clama al cielo que una pareja de tarados mentales hayan podido ejercer este poder absoluto para decidir sobre la vida y la muerte de otro ser humano, pasando por encima del resto de la humanidad. Y digo tarados, no por su comportamiento homosexual, sino por su deseo de “crear la familia de sus sueños”, ya que cualquier persona de orientación homosexual en su sano juicio sabe que la “familia” no es para ella, y menos que menos una familia con hijos.
El derecho de estos pseudo-padres era meramente comercial, como el de quien adquiere un producto. Sin embargo, en nombre de este derecho se han conculcado Derechos Humanos Fundamentales, solo porque el capricho de una pareja de enfermos mentales así lo ha dispuesto.
Este acto criminal ha sido posible porque existe una estructura maléfica que no solo lo permite sino que lo fomenta. Esta estructura la conforman gobiernos con sus leyes y clínicas con sus chapuceras técnicas reproductivas, pero no sería posible sin la aceptación de una sociedad que se guía por una ética relativista en la que basta con encontrar la coartada adecuada para que cualquier aberración se realice.