¿Existe una crisis de asistencia a los oficios religiosos? El CIS diría que sí, aunque un reportaje de El Confidencia de la semana pasada mostrara que algunas parroquias de Madrid gozan de una excelente salud.
No obstante, hay misas que están semivacías y una clara tendencia está desalojando fieles de las parroquias.
Por eso cobra especial relevancia el caso del sacerdote Michael White en su parroquia de la Nativity Church de Baltimore, que se encontró con una comunidad sin una profunda vida parroquial. Por eso decidió iniciar un proceso de renovación. Actualmente unas cuatro mil personas asisten habitualmente a las cinco misas que se celebran cada fin de semana.
White y un laico que colabora con su equipo, Tom Corcoran, explicaron su método en su libro La reconstrucción de una parroquia (Motivar al que está cerca. Llegar al que está lejos. Hacer que la Iglesia cuente).
En una visita a Barcelona, al Ateneu Universitari Sant Pacià de Barcelona han explicado su experiencia en el III simposio internacional Reforma y Reformas en la Iglesia.
Cinco son las claves que compartieron con los asistentes.
1.- Delegar responsabilidades
El párroco ha de rodearse de un equipo potente y ser capaz de delegar responsabilidades. Los fieles han de pasar de ser consumidores de servicios a ser participantes activos. La escasez de sacerdotes refuerza esa idea. En algunas parroquias norteamericana incluso tienen agentes de pastoral con sueldo.
2.- Acoger
El equipo formado en la parroquia debe ir a buscar a la gente, ir a recibirlos cuando dejan el co- che o al entrar. Puede haber también alguna persona encargada de atender a los niños y darles formación mientras los adultos siguen la misa.
3.- La misa como punto de encuentro central
Es una realidad que durante la semana no hay tiempo para acudir a la parroquia. La misa de los domingos es la gran oportunidad para evangelizar y crear discípulos.
4.- La música
Para dar un aire más festivo a la celebración eucarística, la música es la oportunidad de llegar al corazón de la gente. Puede acompañarse con el órgano, la guitarra o el bajo eléctrico. Puede haber un coro o un solista, e incluso un juego de luces. En Baltimore se puede escoger entre misas con música folk, con órgano y “silenciosas”.
5.- La homilía, eje vertebrador
Las palabras tienen un gran efecto y la oratoria es importante. White explica que invierte una gran cantidad de energía en preparar las homilías. La predicación puede prolongarse hasta veinte minutos en una misa que sobrepasa en bastante la hora de duración.