El padre Luis de Moya ha sido durante muchos años un referente en la defensa de la vida y contra prácticas como la eutanasia. El sacerdote ha fallecido este domingo, 9 de noviembre en Pamplona a los 67 años de edad.
Durante su vida dos momentos marcaron su vocación y la razón por la que estaba llamado: cuando fue ordenado sacerdote con 27 años y un accidente de tráfico en 1991 que le dejó tetrapléjico.
Desde su condición de sacerdote, incluso en su nueva circunstancia, aceptó la realidad pensando en todo lo que Dios le había dado, y aseguraba que se sentía «como un millonario que ha perdido mil pesetas».
Su optimismo y su pasión por vivir quedaba contantemente presente en sus aportaciones en entrevistas y testimonios, como se puede observar en la siguiente entrevista que le hizo la periodista Erika Brajnovik a Luis de Moya:
Nació en Ciudad Real (España) en 1953 y fue a Madrid donde estudió Medicina. Allí pidió la admisión en el Opus Dei. Se trasladó a Roma y se licenció en Teología y en Derecho Canónico.
En 1996 publicó el libro Sobre la marcha en el que volcó sus reflexiones personales.
Moya insistía, como médico y por su experiencia personal, en que «cuando un enfermo incurable recibe el tratamiento paliativo y psicológico adecuado no pide la eutanasia».