El pasado mes de julio los obispos españoles publicaban el profuso documento Fieles al envío misionero en el que la Conferencia Episcopal Española compartían sus reflexiones y conclusiones de la CXVII Asamblea Plenaria.
El subtítulo era elocuente, «Aproximación al contexto actual y marco eclesial; orientaciones pastorales y líneas de acción para la Conferencia Episcopal Española (2021-2025)», y aunque ha sido un texto anunciado y analizado, vale la pena volver a poner el foco en la introducción, ya que allí, los obispos españoles realizan una radiografía muy acertada y precisa de la situación social de España.
En la introducción, los obispos españoles analizan el contexto en el que se debe evangelizar, ya que la Iglesia, según ellos, «vive en la permanente obediencia al mandato del Señor, «id y anunciad el Evangelio», que se renueva en cada celebración de la eucaristía». Es por eso que «La ekklesía, asamblea de los llamados, es convocada para ser enviada. Esta llamada es acogida hoy en la Iglesia como pregunta: ¿cómo evangelizar, hoy, en la actual sociedad española?».
El texto se sitúa en «la gran corriente eclesial impulsada por el papa Francisco para descubrir juntos, como pueblo peregrino y en misión, el paso y la voluntad de Dios en este tiempo».
En ese sentido, Francisco convoca a los cristianos «a un gran discernimiento eclesial. El discernimiento y la sinodalidad quieren ser los ejes espirituales y metodológicos de nuestra reflexión, de los criterios y orientaciones y de nuestras acciones en la Conferencia Episcopal Española en los próximos cinco años».
Como explican los prelados, el documento quiere ofrecer algunas claves del actual contexto, social y eclesial, criterios, prioridades y líneas de trabajo para responder a otra pregunta: «¿cómo puede ayudar la colegialidad y el discernimiento de la Conferencia Episcopal a las diócesis españolas y a sus obispos para impulsar la conversión pastoral, personal e institucional que el papa nos pide y que el desafío evangelizador reclama?«. Para esa última pregunta, queda leer y analizar el documento al completo.
A grandes rasgos, esas principales líneas que apuntan desde la Conferencia Episcopal Española son:
- Ante los desafíos del cambio de época y el continuo dinamismo de este tiempo, los obispos proponen una dinámica de salida misionera que brota de la alegría de la misericordia.
- Se ha dado un gran cambio social que ha generado una sociedad desvinculada, desordenada e insegura en la que crece la desconfianza y el enfrentamiento.
- En este contexto tan transformado, es necesario seguir afirmando que la vivencia religiosa, la fe en Dios, aporta claridad y firmeza a las valoraciones éticas.
- Esta situación es un momento histórico de fuerte llamada a la renovación para la humanidad y para la Iglesia.
- La misión evangelizadora de la Iglesia en España se encuentra con dos tipos de dificultades: unas vienen de fuera de la cultura ambiental; otras vienen de dentro, de la secularización interna, la falta de comunión o de audacia misionera.
- Es motivo de esperanza el testimonio de muchos laicos partícipes activos en la misión de la Iglesia asumiendo funciones y responsabilidades.
- Esto nos pide salir al encuentro para la escucha y el diálogo y también acoger y generar ámbitos donde escuchar «a los de fuera» y trabajar conjuntamente «con los de dentro».
- Hemos de hacer este anuncio con audacia y esperanza. Dios nos sale al encuentro, la fe en Dios es razonable y el corazón humano está inquieto y con sed.