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Entrevista a Óscar Rivas, nuevo director de Forum Libertas

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Si ayer entrevistábamos a Juan Carlos Corvera, hoy nos sumergimos en la esencia de Óscar Rivas, director de comunicación y relaciones institucionales de la Fundación Educatio Servanda, quien asume la dirección de Forum Libertas. En primer lugar, de él podemos decir que es católico, esposo y padre, pues, como se suele decir, lo demás es secundario.

Óscar Rivas destaca por una trayectoria profesional que trasciende las meras etiquetas. Rodeado de libros, revela su disposición hacia la escritura y la lectura, aunque dista de ser un intelectual encerrado entre páginas. Más bien, esos libros son municiones para su batalla diaria, como lo demuestra su amplio espectro de actividades: escribe en distintas publicaciones, dirige una revista de pensamiento, participa en congresos académicos y, en ocasiones, también en tertulias mediáticas.

Su labor en Educatio Servanda subraya su compromiso con el servicio y su capacidad para fusionar la acción con la reflexión. Su versatilidad profesional, forjada a través de una sólida formación académica y su carácter apasionado y audaz, se complementan con una profunda vocación de servicio. Es un hombre de acción, no sólo un teórico, capaz de liderar con valentía y cercanía.

Durante esta entrevista, exploramos de su mano la importancia crucial de proteger la identidad de una institución. Además, nos adentramos en su visión de Forum Libertas lo cual, ya lo anticipamos, evidencia su profundo compromiso con los principios del Magisterio de la Iglesia.

Eres director de comunicación de la Fundación Educatio Servanda y de todas sus obras. ¿Por qué salir a la palestra como director de Forum Libertas?

Bueno, en realidad soy uno más de los casi ochocientos profesionales que trabajamos en Educatio Servanda y donde cada uno desempeña una misión, a cuál más importante. La mía se desenvuelve en el campo de la comunicación, solo eso. Como decía la madre Teresa quien no vive para servir, no sirve para vivir. Creo que esto es algo que todos nosotros tenemos muy interiorizado.

Mi presencia ahora en Forum Libertas (FL) yo la traduciría en esa clave. Si bien es un honor dirigir un medio que tiene veinte años de historia a sus espaldas, y que goza de gran reconocimiento en el mundo católico, lo cual le ha valido un premio Bravo y un premio Cadena 100, lo enfocamos con afán de servicio, a la vez, claro está que un reto apasionante.

En tu opinión ¿qué puede aportar Educatio Servanda a Forum Libertas?

Aparte de lo que señalaba ayer Juan Carlos Corvera, que suscribo, creo que una de las grandes fortalezas de Educatio Servanda es el cuidado que presta a su identidad; una identidad que, por otra parte, el Señor nos sigue revelando cada día. Pese a nuestra juventud —apenas dieciocho años de vida— la Fundación suma casi una veintena de obras. En todas ellas, el sello de Educatio Servanda es perfectamente reconocible, pero también todas y cada una de estas obras presentan rasgos específicos que las hacen genuinas.

Ten en cuenta que, en muy poco tiempo, hemos asumido colegios centenarios. Incluso, desde hace dos años, gestionamos La Santa Espina, un monasterio con ocho siglos de historia que fue impulsado por San Bernardo. ¿Y qué es lo que hacemos en estos casos? ¿Cambiamos lo que había? No tendría sentido. Todo lo contrario, nos empapamos de su historia,  de sus protagonistas, de sus hechos, para poder profundizar en su identidad católica.

Lo hacemos con el objetivo de impulsar ese nervio identitario que la obra pudo tener en un momento dado y que, por múltiples razones, pudiera haber perdido. Esta pujanza identitaria original de las obras que asumimos, además, enriquecen y musculan también nuestra identidad como fundación. Sin embargo, en el caso de FL es diferente.

Óscar Rivas director Forum Liibertas

¿En qué sentido?

A mi juicio, la identidad, el respeto hacia aquello que justifica su existencia y le da sentido, es nítida. Y ello es así porque quienes crearon FL y lo han gestionado durante estas dos décadas, se han preocupado porque así fuera. Del mismo modo, nuestra sintonía con lo que FL representa es máxima. De otro modo, no estaríamos aquí. Nos sentimos entre amigos porque estamos entre amigos.

La información que ofrece FL destaca por su hondura, por su respeto hacia nuestra madre, la Iglesia. Este medio no expone noticias que al día siguiente o a las 72 horas ya se han quedado viejas. Nada de eso. Presenta la noticia, reflexiona sobre su significado, la somete a un análisis católico y bajo este prisma, ofrece al lector una respuesta acorde con la doctrina y el Magisterio de la Iglesia. De este modo, facilita al lector comprender en su verdadera dimensión lo que subyace tras un hecho puntual o, llámalo actual, si quieres.

¿Podrías poner un ejemplo?

Claro que sí, además uno reciente. Hace unos días la cadena de televisión La Sexta trató de ridiculizar en prime time a nuestra colaboradora Mar Dorrio, influencer católica y madre de una familia de doce hijos. Ambas razones servían de excusa para contraponer a Mar, en cuanto mujer “tradicional”, frente a la mujer feminista “liberada”, “moderna” y “empoderada” que nos vende el pensamiento único. Que la llamen tradicional, aunque lo hagan con fines despectivos, para nosotros no es un insulto. Se puede ser tradicional y mucho más actual que cualquiera que se apode feminista. Pero no es de recibo hacer caricatura de una mujer por el solo hecho de no comulgar con las ruedas de molino que nos quiere hacer tragar su pensamiento único.

El ataque a Mar Dorrio podríamos calificarlo como coyuntural, pero lo que hay detrás, eso está lejos de prescribir. Ponemos en evidencia las contradicciones, la hipocresía y las intenciones que subyacen tras el ataque. Las razones de fondo con las que FL responde, se dejan notar desde el propio título del artículo: Desenmascarando la farsa del feminismo.

La entrada de Educatio Servanda ha sido gradual. De hecho lleváis algunos meses trabajando en este proyecto. ¿Qué iniciativas habéis tomado?

Lo primero era introducirse de lleno en el medio, solo así puedes profundizar en su identidad. Además, a nuestro entender, la web precisaba de un cambio de imagen, hemos actualizado el logotipo, la identidad visual, introducido un logo de 20 aniversario… En fin, hemos refrescado la identidad visual. También hemos simplificado su arquitectura a fin de mejorar la navegabilidad, que ahora resulta más intuitiva.

En lo que se refiere a contenidos, hemos reducido el panel de pestañas para facilitar la conexión con los públicos: familia, educación, libertades, ideología de género e Iglesia. Aspectos, a nuestro entender, neurálgicos, además de ampliar las publicaciones también a los fines de semana.

Asimismo, de una manera gradual, estamos sumando a nuestra carta de colaboradores expertos en cada uno de estos ámbitos, y  trabajando en las redes sociales que ya existían al objeto de optimizar su alcance. Recientemente, hemos entrado en Instagram.

 

Aparte de la profundidad a la que aludías anteriormente ¿qué se va a encontrar el público que no conoce Forum Libertas?

Ante todo, el lector va a apreciar un medio que, lejos de rehuir el debate, propone un debate alternativo con un discurso contracultural.

Debemos asumir que nos movemos en un contexto de guerra cultural en el que todo aquello que como católicos defendemos, está siendo atacado: la familia es agredida en todos sus frentes y contra todos sus miembros, en especial, los más vulnerables —niños y ancianos—; hace unos días el Parlamento Europeo aprobó calificar el aborto, esto es, un crimen abominable, como un derecho fundamental. El blanqueo de la pederastia da pasos de gigante; la ideología de género destruye a la persona en su más íntima antropología; las libertades viven un retroceso sin precedentes en las últimas décadas, y la educación en muchos espacios, se erige en herramienta de adoctrinamiento. ¿Y qué dicen sus artífices? Que lo hacen en nombre del progreso y de la libertad.

Hay que dar respuesta a todo este lenguaje orwelliano. Debemos denunciar, como decía Chesterton, lo que está mal en el mundo, lo que está mal en España, y para ello, siguiendo también su consejo, preguntarnos qué es lo que está bien, dónde está el Bien y encender velas que iluminen un camino de esperanza que nos guíen hasta la Verdad.

La mies es mucha, los obreros pocos

Toda la razón —se ríe Óscar Rivas—. Pero si lo piensas, bastaron doce obreros para cambiar el mundo, y lo cambiaron para siempre. Juan Pablo II, todo un referente para nosotros, dedicó su vida a luchar contra el totalitarismo hasta que los muros que éste había levantado fueron derribados. Hoy los totalitarios vuelven a emerger y con ellos también sus muros. Nosotros, lo sé bien, somos muy poca cosa. Pero nadie daba nada por David y venció a Goliat. Como es natural, no lo hubieran conseguido si Dios no lo hubiera querido así. Sin embargo, no se rindieron, no se derrotaron a sí mismos.

Tenemos que ser audaces, tan audaces al menos como lo son aquellos que quieren retirar a Dios de la vida pública. Alguien muy grande y muy audaz, como fue San Maximiliano Kolbe, señaló que si no tenemos medios de comunicación católicos, nuestros santuarios algún día estarán vacíos.

Tus palabras me recuerdan a lo que comentaba ayer Juan Carlos Corvera cuando destacaba que los digitales católicos no son competencia, sino complementarios. ¿Estás de acuerdo?

¿Cómo no habría de estarlo? Todos los medios que mencionaba ayer Juan Carlos son amigos. Nuestra relación es inmejorable. Colaboramos y nos difundimos entre nosotros. Y así debe ser, pues estamos llamados a la misma misión. De hecho, esta reflexión está en perfecta consonancia con el recorrido de Educatio Servanda. Hemos participado en innumerables iniciativas, algunas de gran calado, y siempre hemos huido de la autorreferencia. Somos muy conscientes de que sin colaboración no hay victoria.

 

 

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