Un grupo de organizaciones católicas y protestantes se han unido para pedir al presidente de la República francesa, Emmanuele Macron que se impida la publicidad de sitios web pornográficos por su aprovechamiento del confinamiento.
La razón es que la industria pornográfica está utilizando el período de confinamiento derivado de la crisis sanitaria del COVID-19 para intentar aumentar sus clientes y crear adictos a sus contenidos.
Las asociaciones son las siguientes, Associations Familiales Protestantes, Associations Familiales Catholiques, l’Armée du Salut (Ejército de Salvación), Comité Protestant évangélique pour la Dignité Humaine, Cnef-Solidarité (Consejo Nacional de Evangélicos de Francia), Michée-France, y Planète Enfants et Développement.
En una carta dirigida al mandatario francés explican que «el gigante del porno en línea, Pornhub, acaba de poner a disposición de toda la población francesa desde
17 de marzo de 2020, una oferta, justo el primer día del período de confinamiento vinculado a la aparición de COVID-19». Esa oferta a la que se hace referencia es «que los usuarios pueden acceder a la versión premium de su contenido gratuito hasta el 23 de abril de 2020″.
«Pornhub -prosigue la misiva- es el sitio internacional líder para la distribución de videos de personajes sexual, con 42 mil millones de visitas por año. En los últimos meses, se han descubierto varios videos que exponen real abuso sexual de mujeres y menores, agresión sexual, víctimas trata de seres humanos con fines de explotación sexual y explotación sexual menores de edad«.
Las organizaciones lamentan «que los canales de contenido sexual busquen aprovecharse descaradamente de la pandemia mundial de coronavirus para ganar nuevos consumidores a expensas de las víctimas de la explotación sexual».
Es por eso que la carta pide «intervenir para proteger a las víctimas de la explotación sexual» de tres maneras diferentes. La primera es: «el sitio de Pornhub, así como otras plataformas de como Dorcel y J&M, que no sean de libre acceso durante el período de encierro vinculado a la crisis de salud de COVID-19». En segundo lugar «que se tomen medidas inmediatas y fuertes sanciones para proteger a los niños del acceso a la pornografía en internet y luchar contra la delincuencia infantil», y finalmente, «que se abran investigaciones judiciales: sobre el contenido del videos de Pornhub y otros sitios, en los propietarios de las plataformas y su participación en la difusión incontrolada de videos que muestran a víctimas de trata, abuso sexual y menores, y que sus responsabilidades, así como las de los usuarios, esté presente en la operación».
Más allá del confinamiento: Los 7000 piden regularla en España
En España la plataforma Los 7000 inició una iniciativa que pide que el Congreso de los Diputados apruebe las medidas legislativas necesarias para regular y limitar eficazmente la oferta de pornografía, principalmente en Internet, y como medida necesaria para la protección de los menores en nuestra sociedad.
Asimismo, «solicitamos la creación de organismos y el impulso de mecanismos que velen por el cumplimiento efectivo de esta legislación y el efectivo cumplimiento de la legislación penal actual en relación con la difusión de pornografía entre menores«.
Este comunicado ponía de manifiesto «los efectos negativos sobre la sociedad que produce el consumo adictivo de pornografía», que numerosos estudios han constatado como, por ejemplo, el impacto en la salud emocional de las personas que consumen pornografía, la cosificación y la promoción de la violencia contra la mujer.
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