La comunidad cristiana en la República Democrática del Congo (RDC) ha sido golpeada nuevamente por un acto atroz de violencia que ha dejado 70 personas muertas. Este ataque es solo una muestra más de la creciente persecución a la que se enfrentan los cristianos en la región.
Un ataque devastador
El pasado jueves 13 de febrero, a las 4 de la mañana, presuntos militantes de las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF), un grupo vinculado al autodenominado Estado Islámico (IS), irrumpieron en hogares de la comunidad de Mayba, en el territorio de Lubero. Los atacantes ordenaron a los habitantes: «Salgan, salgan y no hagan ruido». Veinte hombres y mujeres cristianos fueron capturados en ese momento.
Más tarde, los residentes de la comunidad intentaron organizarse para liberar a los secuestrados.
Sin embargo, los militantes de ADF rodearon la aldea y secuestraron a otros 50 creyentes.
En total, las 70 personas capturadas fueron llevadas a una iglesia protestante en Kasanga, donde fueron brutalmente asesinadas.
Las familias de las víctimas se han enfrentado a enormes dificultades para enterrar a sus seres queridos debido a la inseguridad que sigue afectando la zona. Muchos cristianos han huido de la región en busca de protección.
El aumento de la persecución en la RDC
Este ataque es parte de un alarmante incremento de la violencia contra los cristianos en el noreste de la RDC.
Desde 2014, los ataques de las ADF se han intensificado, primero en el territorio de Beni, en la provincia de Kivu del Norte, y luego extendiéndose a Irumu y Mambasa en la provincia de Ituri. Ahora, la violencia también ha alcanzado Lubero.
En el último mes, más de 200 personas han sido asesinadas en la jefatura de Baswagha, según informes locales. Este aumento en la persecución ha llevado a la RDC a ascender seis lugares en la Lista Mundial de Vigilancia de la organización Open Doors, ubicándose en el puesto 35.
En 2023, 355 cristianos fueron asesinados por su fe, un aumento significativo en comparación con los 261 del año anterior. Además, aproximadamente 10,000 personas fueron desplazadas internamente debido a la violencia, una cifra diez veces mayor que la de 2023.
Las consecuencias han sido devastadoras: casas saqueadas e incendiadas, escuelas reubicadas, iglesias y centros de salud cerrados, y aldeas cristianas abandonadas. La reciente actividad del grupo rebelde M23, presuntamente apoyado por Ruanda, ha exacerbado aún más la vulnerabilidad de los cristianos en la región.
En 2023, 355 cristianos fueron asesinados por su fe, un aumento significativo en comparación con los 261 del año anterior Share on X
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Los cristianos no cuentan