Mañana, 20 de junio, llega a los cines españoles una película que no deberías perderte: Sonido de Esperanza (Sound of Hope), la nueva producción de Angel Studios, los creadores de Sound of Freedom y Cabrini.
En esta ocasión, nos traen una historia real y conmovedora sobre una comunidad cristiana que vivió el Evangelio hasta sus últimas consecuencias, acogiendo a decenas de niños abandonados y heridos por la vida.
Ambientada en los años 90 en Possum Trot, Texas, la película narra cómo 22 familias afroamericanas, de clase trabajadora y fe profunda, se volcaron con generosidad heroica en la adopción de 77 niños.
Muchos de estos pequeños venían de contextos de abandono, violencia o pobreza extrema. Lo que estas familias hicieron fue abrir su hogar y, sobre todo, su corazón. Una comunidad entera se convirtió en un verdadero reflejo del amor de Dios Padre, que nos adopta como hijos.
Una historia real
Los protagonistas son el pastor WC Martin y su esposa Donna, miembros de una iglesia bautista que viven su fe con sencillez y profundidad. Tras una pérdida familiar que sumerge a Donna en el dolor, ella descubre que Dios la llama a abrirse al amor nuevamente, esta vez adoptando a niños necesitados.
A partir de esa decisión, su testimonio comienza a inspirar a toda la congregación, que, poco a poco, se une a esta misión.
Pero no es un camino fácil.
La película no idealiza la adopción: muestra las dificultades reales de integrar a niños heridos en hogares ya cargados de preocupaciones.
La convivencia entre hijos naturales y adoptados, los traumas infantiles, las carencias materiales y el agotamiento emocional ponen a prueba a estas familias. Sin embargo, lo que emerge con fuerza es la clave cristiana de la historia: las cargas compartidas se hacen más ligeras, y es en la comunidad, no en el aislamiento, donde nace la verdadera esperanza.
Mueve el corazón
Sonido de Esperanza es una película que mueve el corazón, y al mismo tiempo conmueve la conciencia. Nos recuerda que hay miles de niños en situación de desamparo esperando una familia.
Aunque se trata de una iglesia evangélica, los valores que transmite la película —la fe en Dios, el poder de la oración, la fraternidad entre creyentes, la confianza en la providencia— son plenamente católicos y universales.
“Lo que hicisteis con uno de estos pequeños, conmigo lo hicisteis” (Mt 25,40).
La dirección logra mostrar, con autenticidad y ternura, ese complejo esfuerzo que supone para un adulto conectar con un niño herido. Nos invita a ver con los ojos de Cristo, que nunca se rinde con nadie, y que ama hasta el extremo.
La importancia de una comunidad
Al final de la película, podemos ver imágenes reales de los protagonistas y de los niños que crecieron en estas familias. No todos los finales son perfectos, pero lo que queda es un testimonio de unidad, fidelidad y fe vivida. Hoy, muchos de esos niños tienen ya sus propias familias, y la red de comunidad tejida en Possum Trot sigue viva.
El pastor Martin y su esposa Donna recorren ahora Estados Unidos animando a otras familias a acoger, a adoptar, a ser instrumentos de sanación. El mensaje es claro: no es fácil, pero vale la pena.
No te la pierdas
Sonido de Esperanza es una película que eleva, que hace pensar y que llama a actuar.
Ve al cine. Llévate a tu cónyuge, tus hijos, a tu grupo parroquial, a tus amigos. Esta película no entretiene: transforma. Porque, como dice uno de los personajes: “No sabes que tienes fe hasta que algo más grande que tú la pone a prueba”.