Al cerrar este año 2021 entre tanta incertidumbre, quiero compartir la esperanza que me suscita este escrito de Bernhard Scholz, presidente del Meeting de Rímini, mirando ya al Meeting 2022, que tendrá muy presente el centenario del nacimiento de don Luigi Giussani [1922-2005].
El título del próximo Meeting 2022 está tomado de una intervención de don Luigi Giussani al Meeting para la Amistad entre los Pueblos de 1985, en el que decía con ardor: “El cristianismo no nació para fundar una religión, nació como una pasión por el hombre”.
Él mismo ha vivido, anunciado, comunicado, transmitido esta pasión de una manera absolutamente extraordinaria, con una fuerza afectiva y una razonabilidad sorprendentes que no dejaban indiferente a quien lo encontraba.
Se interesó por la persona en su singularidad y unicidad, se hizo amigo del drama que toda vida debe atravesar en la búsqueda de su realización.
Cien años después de su nacimiento, el Meeting 2022 quiere invitar a redescubrir esta pasión que don Giussani nos testimonió y aún se hace presente a través de sus escritos y de la vida que generó.
Nos encontramos en un momento histórico que nos enfrenta a interrogantes y cuestionamientos que conciernen no solo a algunos aspectos de la vida humana, sino a la esencia del ser hombre, a su libertad.
Son muchos los signos que documentan como la propia vida cada vez más se percibe como el resultado casi casual de un flujo biológico, condicionada por circunstancias sociales, económicas, ecológicas y geopolíticas. Cuanto más impredecibles o adversas se vuelven estas circunstancias, más aumenta la incertidumbre y falla la confianza. Tratar de superar cualquier límite a toda costa, incluso los límites del propio cuerpo, a través de tecnologías cada vez más sofisticadas, confiarse al poder político como salvavidas o refugiarse en las mil distracciones posibles son solo algunos de los síntomas de un malestar que grita pidiendo más o menos conscientemente una libertad que te permita vivir ahora a la altura de tus deseos más verdaderos y profundos.
Esta libertad no se da automáticamente, sino que es el resultado de un encuentro en el que se hace presente una pasión fuerte, incondicional y gratuita por el bien y por el destino de la persona. Una pasión que se enriquece con la belleza de la naturaleza y la belleza del arte, que se expresa en el trabajo como la construcción de un mundo más humano, se expande y se nutre en las relaciones que se convierten a su vez en el tejido vivo de una sociedad verdadera, no determinada por el Estado, si no que es fuente de una creatividad que el Estado sólo puede complacer si no quiere traicionarse a sí mismo.
En el Meeting 2022 queremos dar voz a esta pasión por el hombre, a esta pasión por el hombre que busca la verdad y la justicia, a esta pasión por el hombre que sufre por la enfermedad, la pobreza, la soledad, a esta pasión por el hombre que se engaña a sí mismo en su autosuficiencia y en el propio poder, a esta pasión por el hombre que se compromete a realizar un trabajo útil y digno, a esta pasión por los niños y jóvenes que se asoman al mundo con curiosidad y esperanza.
Deseamos encontrar personas que en la familia, en la escuela, en las obras, en las empresas, en el arte, en el deporte, en la política y en la relación entre las diferentes religiones y culturas den testimonio de esta pasión. Queremos dialogar sobre oportunidades y riesgos de las nuevas tecnologías y de su impacto sobre la vida, sobre las posibilidades de promover la transición ecológica, sobre el potencial de la investigación científica, sobre los cambios de la vida laboral, sobre el futuro de la sanidad, sobre la implementación de la Next Generation EU, sobre los desafíos geopolíticos cada vez más incandescentes.
Y lo haremos con la certeza de una Pasión infinita que abraza ya ahora la vida de cada uno de nosotros.
