Una exministra del gobierno finlandés, que se enfrenta a la cárcel después de tuitear versículos de la Biblia, dijo que su juicio la próxima semana será una prueba de libertad religiosa.
Päivi Räsänen, médica y madre de cinco hijos, explicó que tenía una “mente tranquila” antes del juicio penal que comienza el 24 de enero.
“Confío en que todavía vivimos en una democracia, y tenemos nuestra constitución y acuerdos internacionales que garantizan nuestra libertad de expresión y religión”, dijo Räsänen, ministro del Interior de Finlandia de 2011 a 2015.
“Si gano el caso, creo que es un paso muy importante para la libertad de expresión y religión. Creo que no solo es importante para Finlandia, sino también para Europa y otros países”.
“Si me condenan, creo que la peor consecuencia no sería la multa en mi contra, ni siquiera la pena de prisión, sería la censura”.
“Entonces, ahora es el momento de hablar. Porque cuanto más callamos, más estrecho se hace el espacio para la libertad de expresión y de religión”.
Según ADF International, un grupo legal cristiano que la apoya, Räsänen podría recibir una sentencia de dos años de prisión por el tuit, después de que el fiscal general finlandés presentara cargos penales en su contra el 29 de abril de 2020.
La parlamentaria también podría enfrentar tiempo adicional en la cárcel si es declarada culpable de otros dos presuntos delitos relacionados con sus comentarios en un panfleto de 2004 y en un programa de televisión de 2018, dijo el grupo.
El Fiscal General acusó a Räsänen de incitación contra un grupo minoritario, argumentando que sus declaraciones “podrían causar intolerancia, desprecio y odio hacia los homosexuales”.
ADF International señaló que los comentarios de Räsänen no violaron las políticas de Twitter ni las reglas de la emisora nacional que transmitió el programa de 2018, razón por la cual permanecen disponibles en sus plataformas.
Finlandia es un país con una población de 5,5 millones de personas, que limita con Noruega, Rusia y Suecia. Alrededor de dos tercios de la población pertenecen a la Iglesia Evangélica Luterana de Finlandia, una de las dos iglesias nacionales del país, junto con la Iglesia Ortodoxa Finlandesa.
La parlamentaria de 62 años, que fue presidenta del partido Demócrata Cristiano de 2004 a 2015, es miembro activo de la Iglesia Luterana de Finlandia. Pero cuestionó el patrocinio de su iglesia de un evento de orgullo LGBT en 2019.
El 17 de junio de 2019, preguntó en una publicación de Twitter cómo el patrocinio era compatible con la Biblia, vinculando una fotografía de unos versículos de la Biblia, Romanos 1:24-27, en Instagram. También publicó el texto y la imagen en Facebook, tal y como informó en su momento ForumLibertas.
“El propósito [de] mi tuit no fue de ninguna manera insultar a las minorías sexuales. Mi crítica estaba dirigida al liderazgo de la iglesia”, dijo a la revista First Things en 2020.
La policía comenzó a investigar a Räsänen en 2019. Se enfrentó a varios interrogatorios policiales y tuvo que esperar más de un año para conocer la decisión del Fiscal General.
Juhana Pohjola, obispo de la Diócesis de la Misión Evangélica Luterana de Finlandia, también fue acusada de publicar el folleto de Räsänen de 2004 “Hombre y mujer los creó”.
El Consejo Luterano Internacional emitió una declaración en julio de 2020 describiendo la decisión de procesar a Räsänen como “atroz”.
Decía: “La gran mayoría de los cristianos en todas las naciones, incluidos los católicos y los ortodoxos orientales, comparten estas convicciones. ¿Nos condenaría a todos el fiscal general finlandés? Además, ¿el estado finlandés se arriesgará a sanciones gubernamentales de otros estados basadas en el abuso de los derechos humanos fundamentales?”
Paul Coleman, director ejecutivo de ADF International, dijo: “En una sociedad libre, todos deberían poder compartir sus creencias sin temor a la censura. Esta es la base de toda sociedad libre y democrática”.
“La criminalización del discurso a través de las llamadas leyes de ‘discurso de odio’ cierra importantes debates públicos y representa una grave amenaza para nuestras democracias. Este tipo de casos crean una cultura de miedo y censura y se están volviendo demasiado comunes en toda Europa”.
“Esperamos y confiamos en que el Tribunal de Distrito de Helsinki defienda el derecho fundamental a la libertad de expresión y absuelva a Päivi Räsänen de estos escandalosos cargos”.
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«El Fiscal General acusó a Räsänen de incitación contra un grupo minoritario, argumentando que sus declaraciones “podrían causar intolerancia, desprecio y odio hacia los homosexuales”.
Es el Fiscal General quien comete el delito por el que pretende juzgar a Päivi Räsänen. Procesarla por comentar lo que figura en la Biblia sobre la homosexualidad es un acto concreto de intolerancia, desprecio y odio hacia una persona, y que por ello mismo “podría causar intolerancia, desprecio y odio hacia los cristianos» Además de que, por supuesto, la acusación vulnera el derecho a la libertad de expresión de Päivi Räsänen.
A quien deberían procesar es al Fiscal responsable de este desafuero.
Päivi Räsänen no ha hecho más que poner de manifiesto ante la Iglesia Evangélica Luterana su incoherencia bíblica por el hecho de patrocinar el Orgullo LGBTI en 2019. ¿Dónde está la incitación al odio contra las personas homosexuales?
Por lo demás, opinar sobre la homosexualidad, aunque sea en contra, no es incitar al odio contra nadie. Dejando aparte que la celebración del Orgullo Gay es una carnavalada grotesca que por más que se adjudique la representación de todos los homosexuales, repugna a no pocos, los cuales han manifestado que este tipo de eventos no les representan. Cualquier persona tiene derecho a criticar libremente dicha celebración. Y hasta a burlarse de ella, visto que la propia celebración parece hecha a posta para ridiculizar el mundillo LGBTI.
En los países que dicen regirse por el sistema democrático, habrá que devolverles el poder a los ciudadanos.
15 de cada 20 finlandeses profesan el cristianismo. Pero un fiscal y un juez (no elegidos por los ciudadanos directamente, sino por los políticos) tienen demasiado poder para aplastar la voluntad ciudadana. Y eso no es democracia.
Los políticos (que no son los que hacen el encargo, sino los que reciben el encargo que les hacen los ciudadanos), también se yerguen como los dueños del poder. De igual manera los medios que son lacayos de los determinadores de lo políticamente correcto.
Estas confusiones deben quedar taxativamente resueltas cuanto antes. Para que no suceda lo de la exministra de Finlandia ni lo de monseñor Bernardo Álvarez, obispo de Tenerife, que, por responder a un periodista cuál es la enseñanza de la Iglesia sobre la homosexualidad y el homosexualismo, ha recibido un linchamiento mediático y ha sido amenazado de que a la Santa Sede se le exigirá que lo destituya.
En casi todos los países ocurre igual. Habrá que corregir con urgencia este grave defecto del sistema para que la voluntad de la mayoría sea respetada; tal es la esencia de la democracia.
Con el debido respeto tengo una duda : Es coherente el apelativo «ORGULLO GAY». Si este colectivo está orgulloso , es que parecen ser mejores que los otros ¿o no?
El problema con los homosexuales y los resto de lgtbiq es que quieren soplar y sorber a la vez, y eso no es posible. Quieren ser iguales a los demás en derechos, pero quieren tener más derechos que los demás. El problema de los demás es que hemos llegado a tal punto de estupidez humana que existen leyes contra la libertad de expresión respetuosa, por supuesto, para grupos sociales y no para todos. Leyes contra la homofobia, contra la lgtfobia, contra etc. Pronto tendremos leyes para los blancos y los negros, hombres y mujeres, listos y tontos, etc., y ahí está el desastre de nuestra sociedad, que está poniendo en valor los lobis, porque tienen un respaldo político y legal que no lo tienen popular. Nuestra sociedad se está haciendo con estas idioteces el harakiri y se está autodestruyendo. Ahora, que los y las que estén aquí cuando venga el Islam se enterarán.