El pasado 5 de marzo, miércoles de Ceniza, un grupo de islamistas llevó a cabo una protesta en Arcamanik, Java Occidental, Indonesia, manifestándose en contra de la celebración de la Eucaristía en un centro católico.
La región, donde el 97% de la población es musulmana, ha sido escenario de tensiones religiosas en los últimos años.
El edificio en cuestión, conocido como Arcamanik Multipurpose Building (GSG), ha sido utilizado durante años para reuniones sociales y religiosas. Sin embargo, los manifestantes argumentaron que el lugar fue diseñado únicamente para eventos sociales y no para el culto religioso.
Un espacio católico con historia
Líderes de la Iglesia católica han defendido el uso del edificio para la celebración de la Eucaristía. Según explicó el obispo Antonius Subianto Bunjamin de Bandung, presidente de la Conferencia Episcopal de Indonesia, la propiedad pertenece a la Iglesia desde su origen y ha sido registrada como un activo de culto.
Además, afirmó que la comunidad católica ha utilizado la sala para la Misa dominical durante muchos años sin inconvenientes con los vecinos musulmanes de la zona.
Los orígenes de la propiedad se remontan a 1988, cuando fue construida sobre un terreno del sacerdote Yosep Gandhi, párroco de la Iglesia de Santa Odilia en la ciudad de Bandung. En junio de 2024, la propiedad fue transferida oficialmente a la Asociación de Caridad Católica (PGAK) de Santa Odilia, que actualmente administra el lugar. Dyah Nur Susanti, representante de la congregación PGAK Santa Odilia, explicó que desde el inicio se estableció como un «edificio polivalente», lo cual fue confirmado por la Dócesis de Bandung en una carta oficial.
Un conflicto promovido por extremistas
Según el obispo Bunjamin, los problemas recientes no han surgido de la comunidad musulmana local, sino de radicales externos. «Algunos fundamentalistas islámicos han desafiado y perturbado nuestros esfuerzos para construir una nueva iglesia o han intentado prohibirnos celebrar la Eucaristía en un recinto que pertenece a la Iglesia católica», explicó en una entrevista con Crux.
El 5 de marzo, la Iglesia había solicitado y recibido permiso de las autoridades locales y la policía para llevar a cabo el servicio litúrgico del Miércoles de Ceniza en el sitio.
Sin embargo, durante la celebración, un grupo de islamistas llegó para interrumpir el evento. Gracias a la intervención de la policía y de vecinos musulmanes que apoyaron a la comunidad católica, la ceremonia pudo concluir sin incidentes graves.
«Parece que estas protestas provienen de los mismos grupos que han intentado perturbar la Iglesia católica en varias partes de Bandung», afirmó Bunjamin. Según el obispo, estos extremistas argumentan que el edificio pertenece a la sociedad en general y no exclusivamente a la Iglesia católica, a pesar de que los documentos de propiedad y los antecedentes legales demuestran lo contrario.
