La hipocresía para conseguir visibilidad mediática a veces no tiene límites. Si hace unos meses explicábamos cómo Jordi Évole dedicaba un Salvados para homenajear a los discapacitados, pero, al mismo tiempo, se mostraba favorable en una entrevista en el Hormiguero al aborto; ahora es el controvertido publicista y showman Risto Mejido el que ha concurrido en la misma contradicción.
El 17 de febrero Mejide presentaba su programa de entrevistas Chester que llevaba por título Scandal. Entrevistaba al polémico periodista Arcadi Espada.
«Yo vengo de una profesión donde no era novedad ir cuesta arriba, donde la estrategia del salmón era la característica. Los periodistas cuando les hablaba la Policía no se la creían, cuando era la autoridad, tampoco se la creían. Eran personas que la sociedad había puesto ahí para que hicieran ese papel. Yo creo que ha cambiado mucho mi oficio y hoy se encuentra completamente extravagante o fuera de lugar que una persona intente ver las cosas con ojos propios», afirmaba un Espada que reconocía que el escándalo para él era una cuestión de oficio.
Decía, además, que para él «las personas son absolutamente intocables». Momento perfecto para que Mejide sacara sus garras:
– «¿Todas las personas?»
– «Todas».
– «¿Todas las personas?»
– «Todas las personas»
– «¿Las que tienen Síndrome de Down también?»
– «No diré nada del Síndrome de Down hasta que no me dejes terminar la frase».
Empezaba el circo que había organizado Mejide alrededor de un artículo de Espada que criticaba que los padres de los discapacitados, sabiendo que lo son en el seno de la madre, no los aborten. Así respondía el periodista:
«Hay personas que consideran que si alguien les detecta un niño enfermo tienen todo el derecho a seguir adelante con el niño enfermo. A mí eso me parece una inmoralidad. Por supuesto, tienen todo el derecho a seguir adelante con su niño enfermo. Yo no les obligaré a abortar ni lo pediré. Lo único que digo es que si el servicio público de salud detecta una persona con una anomalía grave que va a impedir que lleve una vida normal, y digo normal en pleno uso y conciencia de por qué uso está palabra, téngalo usted, pero evidentemente cuídese de él porque naturalmente si el servicio público le ha avisado a usted de que va a nacer con gravísimas deficiencias que va a suponer un costo que podía haberse evitado, usted evidentemente deberá asumir, primero, la responsabilidad moral de haber traído en esas condiciones a un hijo al mundo; dos, la responsabilidad económica de mantener a ese hijo en las condiciones necesarias para la persona y su dignidad. Y eso es todo». Mejide respondió: «Una animalada (…) A mí me hierve la sangre en este momento».
Entró el padre emocionado de un Síndrome de Down y ante Espada dijo: «Las personas con Síndrome de Down no son enfermos y sufren cuando usted las humilla (…)». Espada pidió el mismo tiempo para responder y Mejide lo concedió siempre y cuando mantuviera la educación y el respeto. «Me ofende profundamente y tal vez haya llegado el momento de terminar esta entrevista», contestó Arcadi Espada. «¿Ah sí?», preguntó Risto. «Sí, porque que tú consideres que yo puedo tratar a alguien sin respeto me ofende», volvió a contestar el invitado mientras Risto intentaba explicarle que después de llamar «tonto y enfermo» a su hijo lo mínimo era pedir respeto. Espada dijo que empezaba a ser hora de acabar la entrevista y lo demás es sabido, ha corrido por internet:
– Risto: «No lo he hecho nunca, pero, ¿sabes que te digo?, que el que acaba está entrevista soy yo».
– Arcadi: «Pues muy bien. Y te digo una cosa: el tramposo eres tú».
Risto Mejide, a favor del aborto
La profunda hipocresía de Mejide se encuentra al tirar de hemeroteca. Precisamente cuando el publicista presentaba en 2014 por primera vez su programa de entrevistas en el que Espada desapareció, Mejide se mostraba partidario del aborto como derecho. Risto Mejide publicaba entonces una columna en El Periódico en la que se sinceraba con sus lectores y afirmaba en qué cree él y en qué no. El aborto era una de las que sí.
«Creo en la vida. Por eso creo en el aborto. Creo que nadie tiene el derecho a meterse en el vientre de nadie sin su permiso, por muy diputado, ministro u obispo que sea. Y aún diría que menos aún en esos casos», afirmaba.
El aborto es un hecho legal en España, que discrimina y elimina prácticamente en su totalidad a las personas que vienen con algún tipo de discapacidad. Gracias al diagnóstico precoz diversas discapacidades intelectuales tales como el síndrome de Down son identificadas en etapas avanzadas del embarazo, lo que da la posibilidad a los padres de abortar a estos niños. Muchos padres optan por no continuar con el embarazo y abortar a estos niños debido al gran estigma que socialmente llevan.