El próximo 19 de Septiembre a las 19h:30’ en la Sala Sant Jordi del Seminario de Barcelona (C/. Diputación, 231) se hará la presentación del libro «He apostado por la libertad«, libro entrevista al Cardenal Angelo Scola hecha por el periodista Luigi Geninazzi que repasa toda su vida, es casi una biografía. El libro será presentado por el periodista redactor Luigi Geninazzi y de Mn. Manel Valls i Serra.
El título del libro es casi una síntesis de la experiencia y del método pastoral del Card. Scola, consciente que en la modernidad nada se puede imponer y todo está confiado al ‘sí’ libre de las personas, por tanto al atractivo de la Verdad, la Belleza, la Justicia.
La edición italiana del libro fue presentado al Meeting de Rímini en agosto 2018.
La vida de Ángelo Scola es la prueba de que no se puede separar la fe y la cultura sin reducir al cristianismo. Él rechaza un cristianismo espiritualista, tampoco quiere que se reduzca a una de religión civil privada de trascendencia. Vale la pena recordar las palabras de san Juan Pablo II: «Una fe que no se hace cultura es una fe no plenamente acogida, no totalmente pensada, no fielmente vivida».
El Cardenal Scola fue responsable de universitarios de CL, miembro del comité ejecutivo de la revista teológica internacional Communio (con Ratzinger, de Lubac, von Balthasar), colaborador de la Congregación para la Doctrina de la Fe, obispo de Grosseto, rector de la Universidad Lateranense, patriarca de Venecia, fundador del centro de estudios y dialogo sobre el islam Oasis, arzobispo de Milán. Su nombre sonó con fuerza en el último conclave, tanto que la Conferencia Episcopal Italiana, cuando salió la ‘fumata’ blanca, se apresuró a publicar en su web una felicitación al Cardenal Scola…
El encuentro con don Giussani y con Gioventù Studentesca (la realidad juvenil de la Acción Católica a la que dio tanta vida Giussani, antes de ser apartado y entonces fundar Comunión y Liberación) fue decisivo para su vida, personal, cristiana, sacerdotal. Y, aunque cuando Juan Pablo II lo nombró obispo de Grosseto dejó de seguir públicamente CL para dedicarse de pleno a su responsabilidad de obispo, nunca perdió la referencia de su maestro.
La trayectoria intelectual de Scola es muy rica, en especial su relación con teólogos de renombre, como Hans Urs von Balthasar, Henri de Lubac o Joseph Ratzinger, con quienes colaboró para la gestación de la prestigiosa revista de teología Communio.
Algunos han querido presentar a Scola como una «tercera vía» entre la solidez doctrinal de Benedicto XVI y la mentalidad más pastoral de Francisco. «Se trata de reconocer que la fe posee un irrenunciable valor antropológico, social y cosmológico, cuyas implicaciones deben ser, personal y comunitariamente, objeto de profundización y de propuesta para todos». Él sin embargo, recuerda que “cuando decimos que en la elección del Papa contamos con la asistencia del Espíritu Santo, no usamos palabras vacías”.
Dice Luigi Geninazzi: “La vida de Scola me ha parecido como una gran novela. Su nacimiento en una familia modesta, el catolicismo de aquellos años que respiró de manera natural, luego la pasión política heredada de su padre, camionero, partisano y socialista. El encuentro con don Giussani y Gioventù Studentesca. La vocación sacerdotal, su confrontación con los eclesiásticos milaneses, la ordenación. A principios de los años 70 enfermó gravemente durante seis largos años. Luego estudió teología, dialogando con De Lubac, Balthasar, Ratzinger. Juan Pablo II lo nombró obispo a los 49 años, el más joven de Italia. Después llegó a las academias pontificias, al patriarcado de Venecia y por último arzobispo de Milán”.
El libro es interesante por el juicio siempre profundo, equilibrado y eclesial del Card. Scola; no rehúye de las preguntas que pueden parecer incomodas. Para mí es especialmente provocador su juicio sobre el magisterio del Papa Francisco: ni se pone en posición crítica (como hacen otros, a menudo con excesos muy poco eclesiales), ni se reduce a imitar sólo algunos aspectos formales (ponerse una cruz de madera, no usar las ricas casullas de la Catedral de Milán…). Él sigue al Papa con inteligencia, sin renunciar a sus ideas y dentro de una obediencia inteligente y verdaderamente católica, que no significa pensar siempre lo mismo, comentando que “Un Papa con este estilo ha sido un saludable puñetazo en el estómago que el Espíritu Santo no propuso para despertarnos» de nuestra tranquilidad occidental. “Francisco es una novedad de estilo, de ejemplo, de cultura popular y de magisterio que debemos aprender”.
También por este motivo vale la pena promover este libro en Barcelona.
Para más información:
Angelo Scola: «Francisco es un papa coraje»