Ha sido la primera vez que el Comité de Bioética de España ha abordado el controvertido tema de la técnica CRISPR/Cas9 que abre la puerta a la manipulación genética en humanos a partir de la denominada terapia génica germinal.
Dicha terapia reescribe parte de la información de un genoma humano determinado para cambiar una manifestación determinada de ese cuerpo en su vida. En ese sentido abriría la posibilidad a «borrar» enfermedades de la información genética d e los humanos, o decidir su color de ojos, su altura o sus capacidades intelectuales o atléticas.
Los riesgos acumulados del uso de esta técnica serían inmensos, ya que no se podría controlar las consecuencias y el seguimiento de la translación de esa nueva información genética a las siguientes generaciones.
Es por eso que el Comité de Bioética ha rechaza de plano el uso de la misma y el anuncio del “presunto nacimiento en China de dos niñas gemelas modificadas genéticamente”, que generó un gran revuelo en la comunidad científica internacional hace unos meses.
No hay suficiente «seguridad» en el CRISPR
Según el Comité, se debería también ofrecer una visión adecuada, medida y profesional a la sociedad de las implicaciones de esta técnica que está presente en el debate social.
En el comunicado del organismo, se recuerda el estado “embrionario” de la técnica CRISPR/Cas9, que “no ha superado el nivel de seguridad necesario para su uso clínico en humanos”. Aunque, el Comité acepta que se abren “enormes esperanzas” en la lucha “contra muchas enfermedades”.
El Comité lleva al ámbito público la decisión en el uso de esta técnica rechazando las “iniciativas privadas y singulares”. Califica como “absolutamente rechazable e inadmisible” acudir a esta técnica “con fines directos o indirectos de mejoramiento” de un ser humano, como habría ocurrido en el caso de las niñas chinas. Recuerda que existe un consenso internacional, en el ámbito de la Bioética, de rechazo al uso de la terapia génica germinal.
Con este documento de posicionamiento, el Comité hace un llamamiento “a la comunidad científica y a la sociedad en general para que el uso de dichas técnicas quede sujeto al respecto de la dignidad e igualdad de todos los seres humanos y a los principios de responsabilidad, precaución y seguridad”.
