Las familias reciben pocas ayudas, de hecho deberĆa multiplicar por 4 la cifra para llegar a la media de la Unión Europea. Los beneficios en razón del nĆŗmero de hijos son prĆ”cticamente inexistentes, como lo constata la situación de las familias numerosas. Y esto sucede en un marco donde la pobreza infantil es de la mĆ”s grandes de la Unión Europea.
El deficiente y deficitario sistema de ayudas a la dependencia hace que la principal carga se acumule sobre las familias, cuando en la exposición de motivos de esta ley de la época Zapatero se declaraba exactamente lo contrario.
También son muy escasas las ayudas sociales en términos europeos y, ademÔs, sometidas a una complicada burocracia que combina lo peor de la administración autonómica y del estado.
Hay una elevada tasa de desempleo estructural que hace que fÔcilmente cuando viene la adversidad económica, como, el número de gente sin trabajo, se dispare situÔndonos a la cabeza de Europa en este triste ranking junto con el paro juvenil .
El sistema pĆŗblico de pensiones penaliza a las familias con hijos, que son las que aportan los futuros cotizantes, mientras que premia a las personas que no tienen descendencia.
La sociedad espaƱola sufre una reducción extraordinaria del nĆŗmero de matrimonios, mientras que aumentan las cohabitaciones y las parejas de hecho. Esta tendencia tiene consecuencias sociales. Una de ellas es que esta vinculación mĆ”s dĆ©bil tiene una menor natalidad que la relación matrimonial, y una mayor tasa de violencia contra la mujer debido a la mayor frecuencia de las rupturas en el vĆnculo.
TambiĆ©n es fuente de futuros hogares unipersonales que, unidos a la elevada esperanza de vida, determina el creciente nĆŗmero de personas de edad avanzada con limitaciones que viven en soledad. TambiĆ©n crece el nĆŗmero de hijos fuera del matrimonio y de madres solteras que ya bordean la mitad de la escasa natalidad. Estos niƱos vivirĆ”n la mayorĆa de ellos en hogares de un solo progenitor que aƱadirĆ”, a la falta de las dos figuras educadoras, el padre y la madre, unas rentas habitualmente mucho mĆ”s bajas, lo que constituyen una de las causas de la pobreza infantil.
El envejecimiento de la población, sobre todo debido a la crisis de la natalidad, hace que año tras año aumente la media de edad de la población, con las consecuencias que se derivan por las grandes variables económicas relacionadas con la productividad, el ahorro y la inversión.
En este contexto tan desfavorable para la familia y el matrimonio que la forma, y con tantas consecuencias negativas derivadas de este hecho, ha saltado la liebre de una medida de gran impacto fiscal, que el gobierno habĆa enmascarado en la presentación del su programa de medidas en Bruselas.
En efecto,Ā bajo el capĆtulo de polĆticas de igualdad de gĆ©nero y oportunidades, en el anexo IV del plan de recuperación, figura laĀ liquidación de la desgravación que existe en la declaración del IRPF para los matrimonios con hijos que, concretamente, obtienen una reducción de 3.400 euros, que se aƱade al mĆnimo exento. Esta ventaja beneficia a 4,2 millones de personas y 2,1 millones de hogares, y representa una minoración en los ingresos del estado de 2.393 millones.
Esta medida significaba, por tanto, una elevación de la presión fiscal para los matrimonios con hijos, que especialmente afectaba a las rentas medias y bajas y a las parejas en las que uno de los dos miembros no recibe ningún ingreso, o lo que percibe es muy inferior al del otro cónyuge, porque cuando los ingresos son muy similares, la desgravación en la forma con que estÔ formulada, tiene un efecto muy limitado.
Beneficia, en la prƔctica, a familias que tienen hijos que exigen que, generalmente la mujer, uno de los dos miembros, se dedique de manera intensa al hogar, tambiƩn cuando ademƔs hay alguna persona dependiente, y afecta, sin embargo, en una medida muy grande a los contribuyentes de mediana y avanzada edad, dado que los mayores de 55 aƱos suponen el 48% de los beneficiarios. La medida recaudatoria dice mucho de lo poco que le importa favorecer el matrimonio y la familia al gobierno, y tambiƩn muestra poca sensibilidad con los hogares con mƔs necesidades.
El argumento gubernamental de que esta acción estimularĆa la inserción en el mercado laboral de las mujeres, formulada en las actuales condiciones del mercado del trabajo, es absolutamente cĆnica, porque el paro estĆ” golpeando en una proporción muy alta precisamente a ellas, que tienen mĆ”s dificultad en encontrar trabajo.
El otro argumento, el que la participación laboral femenina de EspaƱa era inferior a la de la Eurozona, no tiene en cuenta que exactamente lo mismo se puede decir de los hombres, porque el problema general de EspaƱa no es que haya personas que no quieren trabajar, sino que no encuentran trabajo.Ā Por otro lado un paĆs puntero como Alemania tiene una tasa laboral femenina tambiĆ©n inferior a la media, lo que no representa ningĆŗn inconveniente para su potencial económico.
Lo que hay detrĆ”s de esta iniciativa, ahora frustrada por el rechazo que ha despertado es, como siempre, la ideologĆa de gĆ©nero, que ve a la mujer dedicada a la familia y a la misma familia, un adversario.
Como la noticia fue conocida, porque alguien se leyó la letra pequeña y lo hizo público justo antes de las elecciones de Madrid, el gobierno se ha precipitado a anunciar que no la piensa llevar a cabo hasta que no haya una reforma fiscal. Pero, en todo caso, el papel estÔ en Bruselas y forma parte del plan de recuperación.
España, en el contexto europeo, es un verdadero infierno para las familias Clic para tuitear
1 Comentario. Dejar nuevo
[…] esto es algo que los sucesivos gobiernos espaƱoles, de un signo y de otro, no parecen -o no han querido- entender. Unos por sectarismo, porque decir […]