fbpx

La necesidad de potenciar la agenda católica, su relato y la memoria

Editorial

COMPARTIR EN REDES

En un mundo donde la comunicación acaba configurando la realidad es decisiva la importancia de la agenda, es decir, del orden y jerarquía de lo que se quiere comunicar, y de cómo debe hacerse para construir el relato, la historia que se cuenta y cómo debe ser entendida. Por desgracia, a pesar de los medios de que se dispone, empezando por el más potente de todos, el relato verbal de cada domingo, y que está fuera del alcance de quienes no son la Iglesia, la debilidad católica en este punto es patente, exceptuando temas -la contribución económica, por ejemplo- o periodos extraordinarios, diocesanos o surgidos de la Santa Sede. Pero el relato y la agenda no pueden ser algo circunstancial, sino permanente. Es en su continuidad donde se encuentra el buen resultado. Pero tal continuidad, al igual que la unidad de propósito, no existe o no posee la fuerza mínimamente suficiente. El resultado es una Iglesia que se mueve a impulsos defensivos cuando es reiteradamente atacada, y aun en estos casos, lo hace con gestos aislados.

Y esto conduce a situaciones muy negativas. ¿Cuál es la respuesta en términos de agenda y relato a la campaña de demolición a partir de la pederastia, que, en España, tan bien ejemplifica El País? ¿Por qué se acepta sin plantear alternativas que de fuera impongan de qué se debe hablar sobre la Iglesia? ¿Por qué no se construyen desde ella nuevos elementos de interés que permitan dar una imagen real de lo que es y hace la Iglesia?  En ocasiones -solo en ocasiones- da la sensación de un ensimismamiento que la deja en manos de la fronda.

Situándonos en el presente más inmediato ¿por qué es tan débil la agenda católica sobre la eutanasia?

Hay otro aspecto clave relacionado con la agenda y el relato. El mundo católico no puede dejar en un segundo plano el ejercicio público y comunitario de la memoria, y en particular, de los sufrimientos y daños que le han infligido y todavía le infringen solo por proclamar la buena nueva de Jesucristo. La mostración publica, el recuerdo perenne y la educación en Él, es una necesidad que debería ser más atendida, desde el mandato cristiano del perdón y la reconciliación, pero atendida.

Cada año todos los estudiantes israelíes que terminan el ciclo de secundaria viajan a Europa, con el fin de conocer y recordar la terrible Shoah, y una de las visitas obligadas de este itinerario es el campo de exterminio de Auschwitz. La proclamación de santos y siervos de Dios sirve a esta memoria, pero es necesario que además el pueblo cristiano la mantenga viva y vigente, rememore el pasado y constate lo que sucede en el presente, especialmente en relación a los jóvenes, aunque no en exclusiva.

¿Te ha gustado el artículo?

Ayúdanos con 1€ para seguir haciendo noticias como esta

Donar 1€
NOTICIAS RELACIONADAS

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Rellena este campo
Rellena este campo
Por favor, introduce una dirección de correo electrónico válida.

El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.