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Los diez mensajes del Papa tras la conclusión de la Asamblea sinodal

Iglesia

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Tras la culminación de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, el Papa Francisco, en una solemne misa, compartió reflexiones profundas sobre el camino que la Iglesia debe seguir en los tiempos actuales. Sus palabras, cargadas de sabiduría y guía espiritual, resaltaron la importancia de mantener a Dios en el centro de nuestras vidas y servir a los demás con amor genuino. A continuación, presentamos los diez mensajes clave que el Pontífice compartió durante este evento en la conclusión de la Asamblea sinodal:

1. Adoración a Dios

El Papa Francisco recalcó la importancia de adorar a Dios como respuesta al amor gratuito que Él nos ofrece. «La adoración es la primera respuesta que podemos ofrecer al amor gratuito y sorprendente de Dios. Porque estando ahí, dóciles ante Él, es cuando lo reconocemos como Señor».

2. Rechazo de la idolatría

Francisco advierte de las idolatrías mundanas y espirituales, subrayando que los ídolos esclavizan. «Estemos vigilantes, no vaya a ser que nos pongamos nosotros mismos en el centro, en lugar de poner a Dios».

3. No controlar a Dios

El Papa alerta sobre el peligro de querer controlar a Dios y hacerlo actuar según nuestros esquemas. “Es un riesgo que podemos correr siempre: pensar que podemos controlar a Dios, encerrando su amor en nuestros esquemas».

Asamblea sinodal
Santa Misa presidida por el Papa Francisco, para la conclusión de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos

4. Amar es servir

Francisco enfatiza la esencia del servicio en el amor. Aunque se tengan ideas para reformar la Iglesia, la principal reforma es “adorar a Dios y amar a los hermanos con su mismo amor”.

5. Iglesia adoradora y servicial

El Papa pide una Iglesia que «lava los pies a la humanidad herida» y que acompaña a los más vulnerables con ternura.

6. Defensa de los más débiles

Francisco dirige su pensamiento hacia las víctimas de la guerra, migrantes y quienes sufren en soledad y pobreza. Denuncia la explotación de los más débiles como un «pecado grave».

7. Evangelio como fermento

El Papa insta a los fieles a llevar el mensaje del Evangelio al mundo, poniendo a Dios en el centro y junto a Él, los pobres y débiles.

8. Iglesia servidora

Francisco visualiza una Iglesia que sirve a todos, sin exigencias previas de conducta. «Una Iglesia con las puertas abiertas que sea puerto de misericordia».

9. Rechazo de las estrategias humanas

El Papa afirma que no son las estrategias ni cálculos humanos los que importan, sino el amor a Dios y al prójimo. «No nuestras estrategias, no los cálculos humanos, no las modas del mundo, sino amar a Dios y al prójimo; ese es el centro de todo».

10. Adoración como esencia de la Iglesia

Francisco resalta que la adoración es esencial en la Iglesia. «Adorar significa reconocer en la fe que sólo Dios es el Señor y que de la ternura de su amor dependen nuestras vidas, el camino de la Iglesia y los destinos de la historia».

Esta Asamblea sinodal ha dejado claro el mensaje de amor, servicio y adoración que el Papa Francisco desea transmitir a la Iglesia y al mundo entero.

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3 Comentarios. Dejar nuevo

  • Silveri Garrell
    31 octubre, 2023 05:15

    Esto ya se hace de siempre, pero no se predica el Diluvio Biblico, lástima que el Papa se olvida de este detalle. No existe literatura sin transgresión y la Gran Literatura del libro llamado Biblia ha sido arrinconada por la Iglesia desde hace 100 años aproximadamente, y ahora sólo hablan de «amor», nos aburren, y del aburrimiento resulta que se secan los cerebros pensantes de los asiduos a misa.

    Responder
  • Fernando Ugalde Abaroa
    3 noviembre, 2023 14:17

    Siempre se habla de los pobres, los débiles y los más necesitados y se deja de lado los más importantes: los pecadores, que somos todos.

    El Verbo de Dios se encarnó para salvarnos del pecado y la muerte y el propio Jesús no se cansó de decirlo. Sus preferidos no eran los pobres ( o los «buenos» ) sino todo lo contrario: los pecadores.

    Esta realidad fundamental, que nos hace acreedores de los méritos de su preciosa Sangre derramada, ha sido, lamentablemente, totalmente minusvalorada, incluso por la Iglesia.

    Pareciera que ya no existe el pecado o que ya muchas cosas que antes lo eran, ya no lo son. Incluso en las misas ya yo se reza el Yo Pecador ( ha sido sustituído por cantitos; algunos bastante anodinos); probablemente para que el buenismo woke no fustigue a los cristianos con aquello de que «son hopócritas que se golpean el pecho»….como si ellos fueran los «buenos».

    Los católicos ya raramente se confiesan y pareciera que es algo ya irrelevante y anticuado. De la calidad de las confesiones los sacerdotes pueden extraer muy valiosa información para su ministerio sacerdotal, de modo que también les sirve a ellos y a la Iglesia.

    El primer paso para una auténtica conversión es realizar un verdadero exámen de conciencia ( uno de los Ejercicios ignacianos trata de eso ) y llegar al fondo de nuestro pecado. Es la reflexión del Pródigo cuando estaba cuidando cerdos.

    Solo entonces podremos apreciar la hondura del Amor de Dios. Por el contrario; si creemos «estar bien» o peor, «ser buenos, o no tan malos, porque hay peores», ya no necesitamos o no valoramos su Amor y su Gracia.

    Que el Señor bendiga y asista con su Gracia en su muy importante misión a nuestro nunca bien ponderado pontífice.

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