La reciente publicación por parte de Hacienda de los resultados de las declaraciones de renta por municipios, provincias y comunidades autónomas, y su comparación con años anteriores permite observar la evolución de Cataluña.
Una idea de esta dinámica nos la dan los datos relativos a 2003-2019.
En el primer año de la serie, el peso de Cataluña sobre España era del 18,5% y se redujo hasta el 17,9% en el último año. Si lo comparamos con Madrid la evolución es la contraria, es creciente porque pasa de un peso del 15,5% (nos estamos refiriendo solo a la renta de las personas físicas, no al peso del conjunto de la economía que es más grande) al 16,4%. El resultado es que si en 2003 la distancia entre Madrid y Cataluña era de 3 puntos, favorables a esta última, en 2019 se ha reducido a la mitad, un recorte muy sustancial que señala la gran diferencia en el crecimiento de las rentas entre un territorio y otro.
Recordemos que en términos de PIB Cataluña ya ha cedido su primer puesto a la Comunidad de Madrid.
Pero si de Madrid pasamos a la segunda comunidad autónoma con mayor peso en las declaraciones de la renta, que es Andalucía, constatamos un comportamiento similar. En 2003 esta comunidad significaba el 16,4% del total español, cifra que había crecido hasta el 17,3% en 2019. Si en 2003 la distancia entre Cataluña y Andalucía era de 2,1 puntos, ahora ya es de solo 0, 6 puntos porcentuales. Este hecho significa que de proseguir esta dinámica en la actual década, Andalucía arrebataría a Cataluña el primer puesto en los ingresos tributarios por IRPF y Madrid estaría cerca de desplazarla. Recordemos que en términos de PIB Cataluña ya ha cedido su primer puesto a la Comunidad de Madrid.
La medida de la renta disponible a través de las declaraciones de renta es un indicador de cómo evoluciona el bienestar de la población en lo que se refiere a su capacidad adquisitiva. Este no es inconveniente para que, considerado a nivel municipal, Cataluña tenga un notable número de municipios en los niveles de renta más alta de España. En concreto, en cuanto a las poblaciones mayores de 1.000 habitantes entre las diez primeras, Cataluña sitúa a tres, y si de las diez pasamos a las veinte, nueve son catalanas con una gran concentración en el Maresme con los municipios de Cabrils, San Vicente de Montalt, Alella y Tiana. Pero este hecho solo nos señala que en Cataluña se da territorialmente una gran concentración en lo que se refiere a la distribución de las rentas.
Si de municipios tan pequeños pasamos a considerar ciudades, es decir las poblaciones mayores de 10.000 habitantes, lo que ya adquiere mayor significación, entre las diez primeras, Cataluña sitúa tres: Sant Cugat (segunda), Castelldefels (octava) y Barcelona (décima). Madrid ocupa la novena posición, y otras cuatro poblaciones de este territorio encabezan la lista: Pozuelo de Alarcón, Majadahonda, Alcobendas y Las Rozas. Y otras dos son vascas, Getxo y Donosti. Girona aparece en el puesto vigésimo, Vilanova y la Geltrú, Tarragona y Granollers respectivamente en los puestos 27º, 28º y 29º, Sabadell en el 40º, El Prat en el 41º, Viladecans en el 42º, Manresa en el 48º y Terrassa en el 50º Lleida, la otra capital de provincia catalana, ocupa el puesto 52º.
Pero todavía es más significativa la lectura por áreas más grandes, las denominadas Áreas Urbanas Funcionales (AUF), que agrupan, en relación con una ciudad central, un entorno de poblaciones menores que configuran cierta unidad de acuerdo con las definiciones de este tipo de áreas de la Unión Europea. En este caso, la primera Área Funcional corresponde a Barcelona y ocupa el puesto 5º. Ya no aparece ninguna más hasta los lugares 15 y 16 respectivamente, las AUF de Manresa y Girona. Tarragona ocupa el puesto 19º, y Lleida el puesto 25º. Reus, la otra AUF de Cataluña, se sitúa en la posición 31a.
Un tercer nivel más agregado todavía, es el de las conurbaciones, conjunto de varios núcleos urbanos inicialmente independientes y contiguos por sus márgenes, que al crecer acaban formando una unidad funcional. La primera corresponde, como viene siendo habitual, a Madrid, la segunda a Bilbao y la tercera a Barcelona que es la única de Cataluña.
Esta radiografía nos da una idea del peso actual de Cataluña en España en lo que se refiere a los ingresos, a la renta neta por habitante y a su dinámica.
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