La expresión “ciencia con conciencia” ha sido usada diversas veces y resulta sumamente sugestiva, sea para los investigadores, sea para quienes trabajan en el mundo de la tecnología.
Podemos esbozar algunas reflexiones ante lo que podemos pensar ante estas palabras que esperamos puedan unirse a las que otros hayan ofrecido anteriormente.
Primera
La ciencia no tiene conciencia. Tienen conciencia solamente los científicos y quienes financian, divulgan y promueven su trabajo.
Segunda
La ciencia es una actividad humana, y en cuanto humana puede ser orientada hacia el bien o hacia el mal, puede ser realizada con mayor destreza o con descuidos lamentables.
Tercera
La ciencia necesita conciencia porque un científico sin conciencia puede manipular datos, mentir en estadísticas, interpretar resultados de modo sesgado, someterse a intereses de patrocinadores sin escrúpulos.
Cuarta
La buena conciencia permite al científico respetar a colegas que investigan temas similares, sin robarles información, sin calumniarlos si ofrecen datos diferentes que pueden ser bien fundados, sin aspirar a ensombrecerlos por culpa de ambiciones deshonestas.
Quinta
La ciencia con conciencia vive desde el amor a la verdad y desde la libertad de quien no se deja comprar, ni por grandes compañías farmacéuticas, ni por empresas de diferentes ámbitos tecnológicos, ni por gobiernos que busquen resultados favorables a ideologías antihumanas.
Sexta
La ciencia con conciencia no se permite emprender experimentos sobre prisioneros a los que, con presiones sutiles o directas, se les invita a “colaborar”; ni sobre enfermos, ancianos con una enfermedad terminal; ni sobre embriones o fetos que luego serían destruidos.
Séptima
La ciencia con conciencia ofrece los resultados de estudios bien llevados para tutelar la salud de la gente, para atender mejor a los enfermos, para promover tecnologías orientadas a la paz y la justicia, para proteger el ambiente que nos permite vivir.
Octava
La ciencia con conciencia se construye desde el trabajo de cada día de miles de investigadores y científicos que recuerdan continuamente cómo lo que ellos descubran puede mejorar la vida humana o puede ser usado para la guerra o para la destrucción de ecosistemas que merecen ser conservados.
En definitiva, la ciencia con conciencia coincide con algo tan sencillo como la llamada que tenemos todos para construir, desde el amor a la verdad y la justicia, sociedades acogedoras, que respeten la dignidad de cada ser humano en las diferentes etapas de su vida terrena, mientras camina hacia el horizonte que se inicia tras la muerte…
La ciencia con conciencia coincide con algo tan sencillo como la llamada que tenemos todos para construir, desde el amor a la verdad y la justicia, sociedades acogedoras, que respeten la dignidad de cada ser humano Share on X