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El conflicto de incompatibilidad entre la cosmovisión cristiana y la ideología y política dominante en Europa (II). Un diagnóstico desde las Bienaventuranzas

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Si en el texto editorial anterior fijábamos con carácter general las causas de la incompatibilidad entre la cosmovisión cristiana y la cultura dominante incluida su dimensión política, podemos ahora practicar la misma consideración con las Bienaventuranzas (Mateo 5:3-12), núcleo del mensaje cristiano, que poseen una doble dimensión: son visión directa de Dios sobre las razones del ser humano, y por eso resultan tan difíciles de asumir desde el puro razonamiento, y al mismo tiempo, porque aquella tensión son mandatos éticos de gran voltaje y presentan una visión de la felicidad y la plenitud de vida profundamente enraizada en valores espirituales y trascendentes.

Contraponiéndolas a la cultura dominante en las sociedades occidentales contemporáneas, que está marcada por el individualismo, el consumismo, y la secularización, surgen tensiones e incompatibilidades claras.

A continuación, evaluamos cada bienaventuranza:

  1. «Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos».

  • Interpretación cristiana:
    • Valora la humildad, el desprendimiento de las riquezas materiales y la dependencia de Dios como fuente de felicidad.
  • Cultura occidental:
    • Se exalta la autosuficiencia, el éxito económico y la acumulación de bienes materiales como símbolos de estatus y realización personal.
  • Grado de incompatibilidad: Alto.
    • La pobreza de espíritu es vista como contraria a la búsqueda de poder, riqueza y reconocimiento que predomina en las sociedades occidentales.
  1. «Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados».

  • Interpretación cristiana:
    • Invita a reconocer el sufrimiento y la vulnerabilidad como caminos hacia la compasión, el consuelo y la redención.
  • Cultura occidental:
    • Existe una tendencia a evitar el sufrimiento y a buscar constantemente la felicidad inmediata, a menudo a través de entretenimiento, consumo, el sometimiento al instinto de las pasiones o la negación de la vulnerabilidad.
  • Grado de incompatibilidad: Moderado-alto
    • Si bien la empatía hacia quienes sufren es un valor reconocido, el ideal cultural prefiere ocultar el sufrimiento y despojarlo de todo valor
  1. «Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra».

  • Interpretación cristiana:
    • Valora la mansedumbre, la humildad y la paciencia como virtudes que conducen a una vida plena y a la paz.
  • Cultura occidental:
    • Se asocian el éxito y el liderazgo con la asertividad, la ambición y, a menudo, la imposición de la voluntad propia sobre los demás.
  • Grado de incompatibilidad: Alto.
    • La mansedumbre puede ser percibida como debilidad en una cultura que premia la competitividad y la proactividad.
  1. «Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados».

  • Interpretación cristiana:
    • Llama a buscar una justicia trascendental que incluya la rectitud moral y el bien común, en sintonía con los valores del Reino de Dios.
  • Cultura occidental:
    • Si bien la búsqueda de justicia social es un valor ampliamente reconocido, esta se limita a menudo a enfoques seculares, pragmáticos y desligados de una visión trascendental.
  • Grado de incompatibilidad: Moderado.
    • Existe compatibilidad en la búsqueda de justicia social, aunque desde marcos conceptuales diferentes y, a veces, divergentes.
  1. «Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia».

  • Interpretación cristiana:
    • Promueve el perdón, la compasión y la generosidad hacia los demás, especialmente hacia los enemigos y quienes fallan moralmente.
  • Cultura occidental:
    • Si bien la compasión es valorada, la justicia retributiva y la venganza y la idea de la cancelación y destierro interior a menudo predominan, especialmente en discursos sobre justicia penal y responsabilidad histórica.
  • Grado de incompatibilidad: Moderado a alto.
    • La misericordia puede ser vista como una debilidad en contextos donde predomina una mentalidad competitiva o punitiva.
  1. «Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios».

  • Interpretación cristiana:
    • Exalta la pureza interior, la sinceridad y la intención recta en la búsqueda de Dios y el bien.
  • Cultura occidental:
    • La autenticidad y la sinceridad son valores reconocidos, pero a menudo están subordinados a metas materiales o superficiales.
  • Grado de incompatibilidad: Bajo a moderado.
    • Existe cierta resonancia cultural, aunque el concepto de «pureza» en la moralidad cristiana puede ser ajeno o malinterpretado en un contexto secular.
  1. «Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios».

  • Interpretación cristiana:
    • Llama a construir la paz a través de la reconciliación, el perdón y el amor hacia el prójimo.
  • Cultura occidental:
    • Si bien se valora la paz, las estrategias de imposición de poder, polarización política y conflictos sociales son comunes en la práctica.
  • Grado de incompatibilidad: Moderado.
    • Aunque se valora la paz, el individualismo y la competitividad a menudo obstaculizan la reconciliación verdadera.
  1. «Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos».

  • Interpretación cristiana:
    • Celebra a quienes sufren por defender los valores del Reino de Dios, como la justicia, la verdad y la fe.
  • Cultura occidental:
    • Aunque se respeta a los defensores de los derechos humanos, el sufrimiento por convicciones religiosas o morales tradicionales puede ser marginado o ridiculizado.
  • Grado de incompatibilidad: Alto.
    • La sociedad occidental, especialmente en su vertiente secular, puede considerar estas posiciones como irrelevantes o contrarias a valores dominantes como la autonomía y el relativismo.

Conclusión general

  • Bienaventuranzas más incompatibles:
    • «Pobres en espíritu,» «mansos,» y «perseguidos por causa de la justicia,» debido a la exaltación del individualismo, el éxito material y la falta de apertura hacia posturas religiosas tradicionales.
  • Bienaventuranzas parcialmente compatibles:
    • «Hambre y sed de justicia,» «pacificadores,» y «limpios de corazón,» debido a puntos de contacto con valores contemporáneos como la búsqueda de justicia y la autenticidad.
  • Áreas de tensión transversal:
    • La visión trascendental cristiana de las Bienaventuranzas choca con la secularidad dominante en Occidente, que reduce los ideales éticos a metas materiales o individuales.
Si en la editorial anterior fijábamos las causas de la incompatibilidad entre la cosmovisión cristiana y la cultura dominante incluida su dimensión política, podemos ahora practicar la misma consideración con las Bienaventuranzas Share on X

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