Cuando más clamor social se está levantando en contra de la Ley de eutanasia que lleva más de dos años dando vueltas en el Congreso de los Diputados, el PSOE ha decidido activar su aprobación.
Este martes 13 de octubre, la Mesa del Congreso ha decidido que el miércoles 14 de octubre se acabará el plazo para presentar enmiendas al proyecto de Ley y a su articulado. Eso significa, que la norma irá para adelante en su tramitación en el Congreso para ser votada.
Resulta cuanto menos sorprendente que, tras las iniciativas sociales que se estaban planteando recientemente, sea cuando precisamente el PSOE acelera el proceso.
Entre las iniciativas destaca la del Comité de Bioética de España (CBE) -órgano consultor del Gobierno- que ha rechazado al 100% las bases por medio de las cuales se sostiene la Ley de eutanasia.
La decisión de los doce miembros fue sido rotunda, por unanimidad y sin votos particulares. Los informes precedentes, el aborto y la gestación subrogada, no habían conseguido aprobarse con la unanimidad de todos sus miembros.
Además, una campaña contra la Ley de eutanasia comenzó el 23 de septiembre con el envío a los medios de comunicación de un manifiesto que parte de la red del Manifiesto y que ha sido firmado por más de 100 representantes muy significados en la vida pública. Periodistas, médicos y profesionales de los cuidados paliativos, académicos, empresarios y personas que en el pasado destacaron en la política, se unieron en una declaración titulada “Eliminar el sufrimiento sí, pero eliminar al que sufre no. Detengamos la ley de la eutanasia“.
También, la organización ‘Juristas contra la eutanasia’ convocó a más de un centenar y medio de profesores y académicos de Derecho, que pidieron la retirada de la Proposición de Ley que de la eutanasia.
Los juristas consideraron que la Proposición de Ley Orgánica de Regulación de la Eutanasia que tramita el Congreso de los Diputados, “constituye una grave amenaza a la seguridad de los más mayores y enfermos de nuestra sociedad, que tan especialmente han venido sufriendo los efectos de la actual pandemia”.
Sin embargo, a pesar de la voz de los expertos, el Gobierno ha decidido proseguir con sus planes de legalizar la eutanasia en el país y contribuir a construir en el mismo una cultura de la muerte.
Sorprende, además, que para aprobar una Ley tan radical, el Gobierno no establezca un debate social generalizado y recoja las propuestas de las instituciones, como en otros países del entorno europeo sí ha sido. Una Ley que se ha demostrado fallida y peligrosa en países como Holanda, Bélgica o Luxemburgo, en los que la vejez o enfermar significa ser víctima de un sistema que no protege a los más débiles.
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«Sorprende, además, que para aprobar una Ley tan radical, el Gobierno no establezca un debate social generalizado y recoja las propuestas de las instituciones».
¿De veras sorprende que un gobierno socialista comunista no debata, no haga caso del clamor de los ciudadanos, sino simplemente y de manera desafiante imponga lo que le dé la gana?