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Hemos asistido en esta semana aun nuevo «akelarre» socialcomunista, en el que nuestro ínclito y mentiroso Presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, ha presentando los 100 actos que conmemorarán la muerte de Franco bajo el lema «50 años en libertad».

No deja de ser curioso que un partido con una historia sangrienta y criminal, por la que jamás ha pedido disculpas, como el Partido Socialista Obrero Español, venga, de nuevo, a dar lecciones de libertad.

Pero los cristianos, muy al contrario que socialistas y comunistas, lamentablemente no tenemos que remontarnos al Siglo pasado para encontrar, cada vez más y con menos pudor, ataques a nuestra libertad de pensamiento y, en esencia, al derecho a la Libertad Religiosa recogido en nuestra Constitución.

La mofa, con ofensas expresas a los Cristianos y nuestra Fe, está a la orden del día, por una panda de «semi-humoristas» subvencionados que no tendrían ninguna otra repercusión si no fuera gracias a sus ataques constantes a nuestros sentimientos religiosos.

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Pero cuidado, que no todo son ofensas de humoristas, y cada vez crecen más los casos reales de amenazas a cristianos en España simplemente por nuestra forma de pensar, fomentadas por el socialismo que sabe que con el «comodín de Franco» rentabiliza electoralmente cualquier estrategia política.

El último caso denunciado ha sido el de un funcionario del Parlamento de Andalucía. Durante año y medio a JA (utilizaremos esta denominación para preservar su identidad) le han hecho preguntas capciosas sobre sus ideas, sus ejercicios de misa, y su Religión, incluyendo sus compañías. Preguntas que no solo hacían compañeros suyos, sino hasta su jefe de servicios.

JA lo dejó pasar, pero todo cambió el día que un compañero, funcionario interino y ex concejal del Partido Andalucista -quien tuvo problemas inclusive en su propio partido, acorde a la información publicada por los medios de Écija- llegó a decir a JA «A ver si acabáis como en Paracuellos», en el contexto de la instalación de un Belén en el Parlamento de Andalucía.

JA denunció los hechos tanto administrativamente, como posteriormente vía penal, y en el Parlamento lo tomaron como una conversación de barra de bar, donde no fue más allá de una llamada de atención al amenazante.

La información llegó a los medios de comunicación, y 24 horas después de que OKDiario publicase la noticia, el líder de Comisiones Obreras del Parlamento de Andalucía y Presidente del Consejo de Personal del Parlamento de Andalucía, escribió en un grupo de WhatsApp de trabajo donde nunca se había hablado de Política: «No pasarán».

Posteriormente, diversos medios se hicieron eco de la noticia, incluyendo dicha frase guerracivilista por el líder de Comisiones Obreras. Debido a la presión mediática, el amenazante pidió disculpas por las consecuencias, pero siguió sin dar importancia a los hechos de Paracuellos, viéndolo como un comentario sin trascendencia, referente a un hecho con más de 5.000 asesinados, incluyendo mártires cristianos.

En esta historia, ha sido al denunciante a quien tuvieron que cambiar de sitio, porque fue la única manera que encontró para no tener que ver más la cara al amenazante.

Posteriormente, el día 19 de diciembre, un compañero de trabajo, compinche del amenazante, dio un codazo a JA. JA denunció los hechos al Letrado Mayor del Parlamento de Andalucía, quien no quiso hacer nada porque lo entendió como un «codazo aislado».

¿Qué más es un caso aislado? ¿Un interrogatorio sobre tu vida en el trabajo y tus convicciones, más tu intimidad? ¿Decirte que acabareis como en Paracuellos y no pasarán, refiriéndose al colectivo Católico? ¿Pegarte un codazo?

Lo cierto y verdad es que mientras algunos hablan todo el día de Franco, la realidad es que en la España de 2025 te dicen que acabarás como en Paracuellos por defender un Belén. 

Lamentablemente, estos casos no dejarán de producirse mientras no plantemos cara a estos abusos; perdonando, por supuesto, pues sabemos bien el sufrimiento interno que estas almas atormentadas viven y que las llevan a comportarse de esta manera, pero denunciando civil y penalmente, siempre que sea necesario, estos comportamientos, pues no olvidemos que el perdón cristiano no implica, ni mucho menos, la aprobación de conductas violentas o que impliquen delitos.

Daniel Fernández

Asociación Cristianos en Democracia.

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