Es sabido que el homosexualismo político y su derivada, la ideología trans, ha puesto su mirada en la normalización política y social de la transexualidad. Después de la homosexualidad y la bisexualidad, es el turno de este fenómeno tipificado en psiquiatría como disforia de género.
Existen numerosos ejemplos de cómo esa normalización ha impactado en el deporte con situaciones inverosímiles en las que cuerpos masculinos levantaban copas y medallas en competiciones femeninas.
El siguiente paso se ha consolidado: conquistar los concursos de belleza con personas transexuales. Es el caso que se ha hecho viral en Puerto Rico, que por primera ha seleccionado a una mujer transgénero para el concurso Miss Universo.
La organización de Miss Universe Puerto Rico anunció que seleccionó a Daniela Arroyo, primera mujer transgénero, para competir por la corona puertorriqueña.
Miss Universe Puerto Rico describió a Arroyo en su perfil de Facebook como «profesional graduada de Relaciones Públicas desea crear cambios positivos desde las comunicaciones. Anhela vivir en una sociedad menos polarizada, donde se pueda apreciar las diferencias y abrazarlas como algo positivo que una en vez de algo que separe».
Arroyo se presentó anteriormente a otra edición del certamen, pero no pasó el último casting. La candidata es conocida en la isla caribeña por ganar en 2018 un pleito federal contra el Gobierno de Puerto Rico que permite a las personas cambiar su sexo en el certificado de nacimiento.
Ideología trans: no es la primera vez
La española Angela Ponce hizo historia en Miss Universo 2018, realizado en Tailandia, al convertirse en la primera mujer transgénero en competir en dicho concurso en sus más de 60 años de historia.
Miss Estados Unidos, R’Bonney Gabriel fue coronada en enero de este año, como Miss Universo en Nueva Orleans (sur de EE.UU.), con la misión de ser la cara de la nueva etapa de la organización enfocada en defender la equidad de género y los derechos de las mujeres.
La progresiva normalización de estas situaciones responde a una agenda política específica que pretende desnaturalizar el sexo biológico de hombre y mujer y construir una cultura en la que la autopercepción sea suficiente para ser considerado de un sexo específico. Es la ideología trans.
